El viernes pasado, Volkswagen se vio obligada a detener la producción del Passat en Emden; días después, el Golf corrió con la misma suerte. ¿La razón? Problemas con Prevent, uno de sus proveedores. De acuerdo con algunos reportes, las consecuencias económicas del fraude de las emisiones perpetrado por la marca alemana han llevado a Volkswagen a solicitar una reducción de costes a sus proveedores, y, en concreto, a cancelar un pedido de 500 millones de euros a Prevent.
Por eso, como compensación por gastos de producción, su proveedor ha pedido una compensación de 58 millones de euros. Si la situación no se solucionaba rápido, en una semana Volkswagen habría perdido 40 millones de euros. Tras 20 horas de conversaciones con Prevent, ambas partes llegaron a un acuerdo.
Al final, la firma de Wolfsburg no pagará los 58 millones de euros que solicitaba su proveedor inicialmente, pero sí le pondrá fin al problema pagando 13 millones de euros. El acuerdo también incluye el compromiso de ambas partes a evitar esta situación en algún futuro, pues continuarán trabajando juntos al menos seis años.
Sin embargo, Volkswagen se ha reservado el derecho de buscar un nuevo proveedor de respaldo, por si esto volviera a ocurrir o si en algún momento Prevent no cumpliera con sus estándares de calidad. La producción, tanto de Golf, como de Passat se reanudará paulatinamente en los próximos días. Así, los casi 7.200 empleados que vieron afectadas sus horas de trabajo podrán regresar a las fábricas muy pronto.
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