La receta del éxito para Mercedes-AMG ha sido siempre su C 63, el modelo más vendido de Affalterbach y por lo tanto la pieza más importante para la compañía. Ahora, el brazo deportivo de Daimler presenta su nuevo Mercedes-AMG C 63 Coupé, que según la marca es el Clase C más deportivo de la historia. Y como ya es costumbre, llega en marzo con dos sabores: C 63 y C63 S.
Una apariencia mucho más salvaje, gracias a los marcados nervios de la carrocería, las grandes llantas AMG, generosas salidas de escape o los pasos de rueda ensanchados, así como el poderoso 4.0 litros V8 biturbo que se esconde bajo el largo capó, son los absolutos protagonistas del modelo. Veamos en detalle qué ofrece el nuevo C 63 Coupé.
No es el C 63 Black Series, pero impresiona
Desde que Mercedes-Benz mostró su nuevo Clase C Coupé no hemos hecho más que escuchar críticas sobre su diseño. Sí, quizá el anterior coupé era más agraciado estéticamente, o simplemente nos acostumbramos a él y aún debemos darle algo de tiempo al nuevo. Sea como fuere, Mercedes-AMG ya se ha encargado de darle su toque personal, y lo cierto es que no está nada mal.
El C 63 Coupé, que en su generación anterior culminó con el espectacular y precioso Black Series, ahora tiene un aspecto más moderno, y como el modelo convencional, se parece mucho al patriarca de la familia, el Clase S Coupé. Destaca especialmente por sus prominentes pasos de rueda, que hacen del Coupé 6,4 centímetros más ancho delante y 6,6 centímetros más ancho detrás que la berlina, todo para acoger vías más anchas y neumáticos más generosos.
Entre los elementos en común con la berlina, apenas quedan el techo, las puertas y la tapa del maletero. Casi todo lo demás es de nuevo diseño, tanto en el frontal como en la zaga. Además, el modelo también tiene un eje trasero específico, así como un chasis reforzado en determinados puntos para mejorar las aceleraciones laterales, la capacidad de tracción y la agilidad.
El capó de aluminio, por ejemplo, es 6 centímetros más largo que en la berlina y luce marcados nervios. También llaman la atención las grandes entradas de aire del frontal, la parrilla con distintivo AMG, el spoiler delantero con forma de A o el splitter, que ayuda a generar más carga aerodinámica en el eje delantero. Las llantas de serie son de 18 pulgadas en el C 63 y de 19 pulgadas en el C 63 S.
El habitáculo del nuevo C 63 Coupé, que toma como base el del C Coupé normal, luce más chucherías propias de las variantes AMG, como los asientos deportivos tapizados en cuero Artico y microfibra Dinámica, superficies en aluminio cepillado, molduras de fibra de carbono. Si los asientos no son suficiente, se ofrecen unos todavía más deportivos, Performance, que permiten una postura de conducción más baja y tienen orejas más generosas para una mayor sujeción lateral.
El nuevo C 63 Coupé llega en dos variantes, normal o S, de mayor o menor potencia. Están las principales diferencias entre ambas, sobre todo en cuestión de potencia, aunque os adelantamos que las dos están limitadas a 250 km/h, salvo que se opte por un paquete que eleva esa cifra hasta los 290 km/h.
Bajo la carrocería del C 63 Coupé se esconde una suspensión rediseñada, con un eje delantero de cuatro brazos y un trasero también multibrazo. En éste último, las ruedas tienen una mayor caída negativa que en la berlina. Además, la amortiguación es variable y permite variar su dureza mediante tres modos.
En ambas variantes la caja de cambios es la llamada AMG Speedshift MCT de 7 velocidades, accionable manualmente mediante levas en el volante y configurable mediante varios modos, incluido uno denominado Race exclusivo para el C 63 S. Otro de los elementos que el C 63 S equipa de serie son los llamados soportes activos del motor y la caja de cambios, algo que conocimos por primera vez en el Mercedes-AMG GT S.
El tren trasero incorpora además un diferencial autoblocante mecánico, que en el caso del C 63 S es electrónico. Según la casa, éste último es más sensible y rápido que el mecánico, lo que lo hace más adecuado para la variante más potente. Además, el ESP también es ajustable en tres etapas: conectado, desconectado o Sport Handling Mode, un modo más deportivo que permite más licencias. Si queremos un sonido aún más bruto, existe como opción el escape Performance.
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