Ir al contenido principal

Pulir los faros con pasta de dientes

El recubrimiento plástico de los faros de los coches tiende a velarse, a volverse turbio, con el paso del tiempo. Principalmente es debido a la abrasión que sufre por la arenilla, el polvo y otras partículas que hay en el aire, que los rayan y desgastan. El problema se acentúa además si el coche pasa largo períodos de tiempo a la intemperie, ya que la radiación solar también altera la superficie del plástico. Como resultado los faros acaban perdiendo su transparencia original.
Circular con los faros velados supone una pérdida efectiva de su capacidad para iluminar la carretera y para ser vistos por otros conductores. Y es un problema que va en aumento con el paso del tiempo, la que supone una merma en la seguridad que al final es motivo de rechazo en la ITV. Para entonces la única solución puede estar en el cambio total de los faros, con el coste que esto supone.

Pero antes de llegar a eso, antes que tener que cambiar los faros, existe la posibilidad de recuperar en la medida de lo posible su aspecto puliendo su superficie, algo que resulta más fácil si se hace de forma periódica, eliminado el halo que lo enturbia en cuanto aparece. Existen varios métodos para pulir el plástico de los faros; métodos domésticos y métodos profesionales. 
Los métodos domésticos son menos efectivos a corto plazo, pero en muchas ocasiones pueden ser suficientes para mantenerlos transparentes antes de que lleguen a enturbiarse. Entre los métodos domésticos están el uso de pasta de dientes para pulir la superficie del faro y la aplicación de algún producto desengrasante como el archiconocido WD-40.
También, como parte de las tareas de limpieza del coche, es posible utilizar pasta de pulido para carrocería aplicándola con un paño, manualmente, o con una pulidora o accesorio de pulido para el taladro. Como última opción, sobre todo en casos en los que los faros estén extremadamente dañados, lo más efectivo y práctico es llevar el vehículo a un profesional para que los lije y pula a fondo. Algo que normalmente resultará más barato que tener que cambiar los faros completos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LIDAR y su utilidad para el coche autónomo

Los coches autónomos no pueden conducir por sí mismos si no son capaces de ver qué sucede en su entorno. Dependiendo de la capacidad de detección de los sensores y de la capacidad de procesamiento de datos de la computadora, el coche es capaz de realizar más o menos tareas por sí mismo, con mayor o menor intervención del humano. Se distinguen así, por tanto, hasta cinco niveles de conducción automatizada. Para que un coche pueda ver se requieren diferentes tipos de sensores que de una u otra forma lo permiten: radares, cámaras de vídeo de alta resolución, GPS inercial de alta precisión, sensores de ultrasonidos y lídares. Hoy te vamos a explicar qué es un LIDAR, uno de los sensores más habituales en los coches autónomos, y en qué consiste.

Todo sobre los cuatriciclos ligeros

Se les conoce como coches sin carnet, aunque ni son coches ni es cierto que se manejen sin un permiso de conducir. Los cuatriciclos ligeros son vehículos de cuatro ruedas cuya velocidad máxima por construcción es igual o inferior a 45 km/h y cuya tara es igual o inferior a 350 kg. La cilindrada de su motor no supera los 50 cc si es de explosión, en el resto de motores su potencia máxima se queda en 4 kW, y su número de plazas es de dos ocupantes. En cuanto a la cualidad que los distingue a nivel de marketing, para llevar un cuatriciclo ligero se exige tener en vigor el permiso de conducción de la clase AM, y también se pueden llevar con los permisos de las clases A1, A2, A y B. Para obtener el permiso AM, en general, es necesario superar un examen tipo test, de 20 preguntas, y también una prueba de dos maniobras en circuito cerrado con un ciclomotor de dos ruedas: realizar un zigzag entre jalones a velocidad reducida y circular sobre una franja de anchura limitada.

La historia X de Citroën

Bellos, estilizados, vanguardistas, esbeltos. Así fueron los Citroën que exhibieron la letra X desde los años 70 a los 90. Veinte años rindiendo pleitesía a la vanguardia y a la erótica del automóvil.  Pese a que el acervo popular afirma que es más importante insinuar que enseñar, los Citroën más X no se ruborizaban a la hora de lucir sus curvas más provocadoras. Lo cierto es que rubricaron una de las épocas más gloriosas de la marca del doble chevron con coches adelantados al tiempo en que aparecieron.  Citroën se erigió en abanderado de los diseños pasionales y las soluciones técnicas más atrevidas poniendo el contrapunto a los aburridos/serios coches alemanes.  Una apuesta arriesgada que jugueteaba con la delgada línea entre el amor y el odio, pero que nunca dejó indiferente a nadie. Y es que los Citroën que lucieron la X en su nombre fueron adalides de la creatividad y fieles defensores del confort en cualquiera de sus categorías.

Hyundai Tucson by Rockstar Performance Garage

El recién llegado Hyundai Tucson ya cuenta con diferentes preparaciones extremas y hoy os traemos una de ellas de la que ya vimos un teaser a finales del año pasado. Rockstar Performance Garaje ve el nuevo Tucson con otros ojos y así lo demostró en SEMA de Las Vegas. La base es un Tucson con motor 1.6 de gasolina turbo de 176 CV de potencia, tracción 4x4 y caja de cambios DCT de siete velocidades. Como puedes ver en las fotos por fuera los cambios no son precisamente sutiles y este Tucson parece un auténtico todoterreno. En el motor también se ha trabajado para conseguir una mayor respuesta y que esos enormes neumáticos no supongan demasiado lastre.

Zenos E10 R

En Reino Unido les encanta todo lo que huela a gasolina, pero especialmente los ligeros deportivos capaces de hacerte disfrutar como un enano. En este caso es la compañía Zenos Cars, fundada por Ansar Ali, quien presenta su segundo deportivo, el llamado Zenos E10 R, que sigue la receta del anterior E10 S, aunque es más rápido y potente que éste. El nuevo Zenos E10 R, cuya estructura está fabricada en aluminio y fibra de carbono con el objetivo de conseguir un conjunto muy ligero, de sólo 700 kilogramos, esconde un motor 2.3 litros Ecoboost de cuatro cilindros, con una potencia de 355 CV y un par motor máximo de 475 Nm, junto a una caja de cambios manual de seis velocidades.