La hemos cagado por completo. Bastó una confesión fingidamente honesta para que aquel 22 de septiembre el caso de Volkswagen, destapado cuatro días antes en Europa, no sólo adquiriera relevancia mundial, sino que se posicionara como uno de los iconos a los que quedará ligado en lo informativo todo el año 2015, pese a haber sido desvelado durante el último trimestre.
Ahora, la historia continúa. Y el siguiente capítulo llega en forma de acción legal: Estados Unidos ha demandado a Volkswagen, en nombre de la EPA, por violación de la Clean Air Act, la ley que regula la protección medioambiental en el país norteamericano. La sanción podría alcanzar los 20 mil millones de dólares, unos 18,5 mil millones de euros: a razón de 37.500 dólares por cada vehículo afectado.
Esta acción legal llega por la vía civil, y el objetivo no es sólo castigar económicamente a los responsables del caso, sino presionar a Volkswagen para que tome las medidas necesarias a fin de evitar que algo así vuelva a suceder. Más adelante, se podrían exigir responsabilidades penales.
Como sabemos, el caso de las emisiones de Volkswagen se fue deshojando poco a poco en Estados Unidos, revelando cada vez más cilindradas afectadas. Todo comenzó con los motores 1.6 y 2.0 TDI, motores pequeños en el universo estadounidense, pero luego se extendió a los motores V6 3.0 TDI, afectando a los Porsche Cayenne, Audi A6, A7, A8L y Q5 y Volkswagen Touareg.
De los excesos de los NOx a las sanciones récord
Según explica el ayudante del Fiscal General, John Cruden, los fabricantes de coches que certifican sus vehículos de forma errónea, utilizando sistemas para engañar los controles de emisiones, hacen que se rompa la confianza del público, ponen en riesgo la salud de los ciudadanos y se aprovechan de esa ventaja frente a sus competidores. Ese es el núcleo del argumento de la demanda.
El Departamento de Justicia explica además los efectos nocivos de los niveles elevados de NOx centrándose en la parte de la población más vulnerable: niños, mayores y en personas que sufren algún tipo de enfermedad respiratoria. Sin embargo, los riesgos de tener unos niveles de NOx superiores a los declarados pueden afectar a todos los seres vivos. Tal como decíamos en noviembre, a raíz de las limitaciones de velocidad en Madrid por elevados niveles de un tipo de NOx como es el dióxido de nitrógeno.
Si se impusiera al Grupo Volkswagen la máxima sanción prevista, estaríamos ante un nuevo récord en materia de castigos ejemplarizantes sobre protección medioambiental, superando las cifras alcanzadas en el caso de los vertidos de BP en el Golfo de México, que se saldó el pasado año, por acuerdo, con una sanción de 18,7 mil millones de dólares, unos 17,3 mil millones de euros.
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