
Ahora, la historia continúa. Y el siguiente capítulo llega en forma de acción legal: Estados Unidos ha demandado a Volkswagen, en nombre de la EPA, por violación de la Clean Air Act, la ley que regula la protección medioambiental en el país norteamericano. La sanción podría alcanzar los 20 mil millones de dólares, unos 18,5 mil millones de euros: a razón de 37.500 dólares por cada vehículo afectado.

Como sabemos, el caso de las emisiones de Volkswagen se fue deshojando poco a poco en Estados Unidos, revelando cada vez más cilindradas afectadas. Todo comenzó con los motores 1.6 y 2.0 TDI, motores pequeños en el universo estadounidense, pero luego se extendió a los motores V6 3.0 TDI, afectando a los Porsche Cayenne, Audi A6, A7, A8L y Q5 y Volkswagen Touareg.
De los excesos de los NOx a las sanciones récord
Según explica el ayudante del Fiscal General, John Cruden, los fabricantes de coches que certifican sus vehículos de forma errónea, utilizando sistemas para engañar los controles de emisiones, hacen que se rompa la confianza del público, ponen en riesgo la salud de los ciudadanos y se aprovechan de esa ventaja frente a sus competidores. Ese es el núcleo del argumento de la demanda.

Si se impusiera al Grupo Volkswagen la máxima sanción prevista, estaríamos ante un nuevo récord en materia de castigos ejemplarizantes sobre protección medioambiental, superando las cifras alcanzadas en el caso de los vertidos de BP en el Golfo de México, que se saldó el pasado año, por acuerdo, con una sanción de 18,7 mil millones de dólares, unos 17,3 mil millones de euros.
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