Puede que en Europa no estemos muy acostumbrados a la figura del interceptor policial, pero en Estados Unidos siempre han tenido coches de gran cilindrada y potencia para perseguir a aquellos delincuentes que cabalgan en monturas de altos vuelos. Por ejemplo, ¿qué haces si los malos conducen un Dodge Challenger Hellcat, un Chevrolet Camaro Z/28 o un Tesla Model S P90 D?
El preparador estadounidense Steeda propone dos Ford Mustang de policía preparados como Interceptor, disponibles también para agencias gubernamentales o servicios especiales, denominados Q500 y Q750, en función del paquete de preparación elegido. El primero, basado en el Mustang GT, incorpora suspensión G-Trac, estabilizadoras de aluminio, muelles deportivos, componentes de suspensión de aluminio y una serie de ajustes de chasis para mejorar el comportamiento.

Ambas variantes están disponibles en versiones uniformadas, vestidos de coche patrulla con las pinturas de guerra del cuerpo de policía correspondiente, o bien como coches camuflados.
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