Este fin de semana se celebró la subasta de coches de colección y clásicos organizada por Artcurial con motivo de Rétromobile. Este Ferrari 335 S ha alcanzadp un nuevo récord de venta en un subasta. La estimación inicial de Artucurial era de unos 28 millones de euros, pero los especialistas e inversores hablan de unos 32 millones de euros, cifra que finalmente se alcanzó.
El anterior récord en un subasta era de un Ferrari 250 GTO que se vendió por 28,5 millones de euros en 2014. Este 335 S, que formaba parte de la colección Bardinon desde 1970, tuvo muchas novias desde entonces, pero la familia siempre se negó a venderlo. Además, no es cualquier Ferrari, lo han pilotado los más grandes, desde Trintignant hasta Stirling Moss pasando por von Trips o Mike Hawthorn.
En los años 50, las Mille Miglia le disputan a las 24 horas de Le Mans el título oficioso de la carrera más dura y prestigiosa del mundo. Las marcas más prestigiosas se enfrentan en un recorrido de mil millas en una ida y vuelta entre Roma y Brescia. Entre las dos ciudades: rectas interminables, puertos de montaña con curvas cerradas, lluvia, sol, frío y calor. Para defender su prestigio frente a los Maserati y Mercedes, Ferrari utiliza en la primera mitad de la década modelos equipados con los 4 cilindros diseñados por Aurelio Lampredi, cuya última evolución es el 860 Monza, extremadamente rápido, pero también brutal.
En 1956, Ferrari vuelve a apostar por los V12 y participa con el 290 MM equipado del mismo motor que los Ferrari de Gran Premio. Equipado con un sólo árbol de levas en cabeza y de un doble encendido, este motor de 3.5 litros desarrolla 340 CV a 7.200 rpm. Permite así a Eugenio Castellotti ganar las Mille Miglia de 1956 y a Ferrari colocar sus coches en las 4 primeras plazas.
La carrocería, obra de Scaglietti, es la máxima expresión de la elegancia y deportividad de los bólidos italianos de los años 50. Pronto, el coche evolucionará en 290 S cuyo motor, de cilindrada idéntica, hereda de una nueva distribución por doble árbol de levas en cabeza por bancada. Es una solución inspirada en el Lancia D50 de Gran Premio creado por Vittorio Jano. Más potente y más ligero que su predecesor, el 290 S dará lugar a una versión de 3.8 litros Tipo 140 en el 315 S y más tarde al 335 S con su V12 de 4.0 litros de cilindrada.
Esta versión con cuatro árboles de levas en cabeza, doble encendido y carburadores de cuatro cuerpos era el no va más tecnológico de le época, mientras que su potencia ronda los 400 CV. El chasis nº0674 que Artucrial sacó a la venta salió de la factoría de Maranello a principios de 1957. Equipa el V12 Tipo 140 de 3.8 litros y Scaglietti lo vistió de una carrocería tipo barqueta. El coche será uno de los 315 S que correrá en la Scuderia Ferrari y no en un equipo privado. Su primera participación, el en las 12 horas de Sebring, se salda con una sexta plaza con Peter Collins y Maurice Trintignant al volante, mientras que la victoria sería para Fangio y Behra con un Maserati 450 S.
Finalmente, es en el mes de mayo de 1957 que el coche se enfrentará a su prueba más dura: las Mille Miglia. Wolfgang von Trips será el encargado de pilotar el 315 S 0674 La carrera, la ganará Piero Taruffi, al volante de un Ferrari 335 S, mientras que Wolfgang von Trips termina segundo, respetando así las órdenes de equipo de no adelantarlo. Sin embargo, esa victoria tiene un sabor amargo. A 40 km de la meta, un neumático del Ferrari 335 S del marqués de Portago revienta y lo saca de la carretera, matando al piloto español y a su copiloto norteamericano y amigo, el periodista Edmund Nelson. Ambos murieron en el acto, al igual que 10 espectadores que presenciaban la carrera. Ante tal tragedia, las Mille Miglia dejaron de celebrarse.
Después de las Mille Miglia, el Ferrari 0674 ve su motor pasar a los 4.1 litros de cilindrada de cara a su participación en las 24 horas de Le Mans. Mike Hawthorne y Luigi Musso serían los pilotos de 0674. Con el británico al volante, el Ferrari 335 S 0674, que lidera la prueba desde la primera vuelta, es el primer coche en conseguir una media por vuelta superior a los 200 km/h. Finalmente, el equipo debe abandonar en la quinta hora por fallo mecánico grave.
Tras un incidente en las 6 horas de Suecia, el coche recibe en Maranello un frontal similar al de los 250 Testa Rossa para mejorar la refrigeración de sus frenos y del motor de cara a su participación en el Gran Premio de Venezuela. Allí, Mike Hawthorn termina segundo con 0674, pero con cuatro coches en las primeras plazas, el título mundial de 1957 es para Ferrari.
Al final de la temporada, 0674 recibe el motor Tipo 141 del 335 S, y en 1958 Ferrari lo vende a Luigi Chinetti, famoso importador de Ferrari en Estados Unidos. En febrero, el coche participa en el Gran Premio de Cuba con los colores del NART, Masten Gregory y Stirling Moss llevan el coche a la victoria. A partir de ahí, Chinetti alquila el coche a Mike Garber para diversas competiciones y en 1960 lo vende a Robert N. Dusek, un arquitecto de Pennsilvania. En 1970, Dusek vende el coche a Pierre Bardinon y se lo lleva para Francia.
Pierre Bardinon, creó con el paso de los tiempos una de las mejores colecciones de Ferrari del planeta. En 1981, Bardinon encarga a la Carrozeria Fantuzzi una restauración completa, devolviendo el coche a su aspecto inicial. El coche, se dejaría ver pocas veces en público. En una exposición en París, en 1987, y en 1997 para celebrar los 50 años de la marca en Roma.
Y es que los coches de Bardinon siempre han estado en su museo particular, el cual está en su circuito particular, en un rincón de su finca Mas du Clos. Podía así disfrutar de sus coches con total tranquilidad. Hasta los años 90, esa colección así como su circuito se mantuvieron en secreto, sólo los equipos de competición franceses y clubes de marcas prestigiosas, como Bentley o Porsche, podían rodar en el circuito. El público desconocía por completo su existencia. Hoy, la familia Bardinon ha decidido vender el coche y, de nuevo, marcar un hito en la historia de Ferrari.
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