El grupo Volkswagen se ha topado con un problema muy grave en Estados Unidos. La Agencia de Protección Medioambiental EPA, encargada como sabéis de la homologación de los vehículos y de que estos cumplan los requisitos de emisiones, ha detectado una anomalía en forma de software de varios modelos de Volkswagen y Audi.
Según la EPA, este es capaz de detectar si el coche está pasando un test de emisiones en laboratorio y desactiva en tal caso los controles encargados de entregar la información de emisiones de agentes contaminantes del vehículo. Esto afectaría a unos 482.000 unidades comercializadas entre 2009 y 2015, todas con motores turbodiésel 2.0. Los fabricantes implicados se excusan señalando que se trata de un defecto no previsto, aunque un portavoz de la empresa ha admitido que hubo manipulación.
La EPA llevaba meses investigando este asunto a través de su oficina en California, y ha decidido hacerlo público a fecha de ayer. Lo cierto es que ambos fabricantes se enfrentan a multas muy cuantiosas, de 37.500 dólares por vehículo, lo que ascendería posiblemente a más de 18.000 millones de dólares El comunicado de la EPA deja claro que con la autoridad medioambiental no se bromea.
En el caso de los niveles de contaminación de los modelos alemanes, las mismas fuentes dicen que estarían contaminando hasta 40 veces más de lo que marca la norma en Estados Unidos. Los modelos de los que hablamos son los Volkswagen Jetta, Volkswagen Beetle, Volkswagen Golf, Volkswagen Passat y el Audi A3.
¿Y qué pasa con Europa?
Sabemos de buena mano que el blando ciclo NEDC puede llegar a permitir estos trucajes. El año pasado veíamos el caso de Mercedes-Benz con sus prácticas para manipular los consumos. Lo cierto es que el tema se está convirtiendo en una desvirtuación aireada, incómida, pero que se sigue casi admitiendo en Europa. Por eso las autoridades pretenden una transición calmada hacia un nuevo ciclo de homologación NEDC que entraría en vigor, en teoría, en dos años.
En las próximas semanas comprobaremos si el caso estadounidense sirve de ejemplo en otras partes del mundo en la que los fabricantes gustan de utilizar estas artimañas. 40 veces lo niveles permitidos es, sin duda, una exageración muy perjudicial para la salud de nuestros pulmones, y en Estados Unidos este tipo de jugadas suelen salir caras. Por ejemplo, Ford tuvo que compensar a 200.000 conductores no hace tanto por un no tan grave error en la homologación de sus consumos. Veremos en qué queda la cosa para los alemanes.
Volkswagen ya se ha visto obligada a suspender inmediatamente la venta de vehículos con dicho motor diésel en EEUU mientras continuan las investigaciones. Mientras, el presidente del grupo ha encargado una investigación externa para esclarecer el asunto. Este hecho ha incidido brutalmente en la Bolsa de Frankfurt, donde las acciones de la marca han descendido un 20% en un día, una de las mayores caídas registradas por una marca de automóviles.
Dicha caída en bolsa ha afectado también a otras marcas del grupo VAG, como Porsche, que descendía más de un 17% al ser el mayor accionista del grupo. Pero no solo fábricas internas, sino que el mercado automovilístico alemán se ha visto boicoteado por culpa del incidente de Volkswagen, con caídas para BMW y Daimler del 1'5% o para Continental con un 3'33%. Veremos como evoluciona la historia.
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