La recopilación de ocho tecnologías que tienen su
origen en desarrollos gubernamentales y militares la hacen en Supercompressor, en 8 Examples of
Government-Developed Products Used By The Automotive Industry. Se
refieren a avances técnicos que se idearon con el fin de hacer más seguros, más
capaces y más eficientes distintos tipos de vehículos militares, incluyendo
aviones, y que hoy en día pueden encontrarse en muchos turismos de calle,
incluso en tu propio vehículo.
El ejemplo más conocido probablemente es el del
sistema ABS que impide que los frenos bloqueen el giro de las ruedas durante
una frenada fuerte. Permitir que las ruedas sigan rodando durante el frenado
supone que el conductor podrá seguir dirigiendo el vehículo y que la fuerza de frenado se aplicará de forma más
eficiente y controlada, mejorando la frenada.
El ABS se remonta casi tan atrás como la
historia de la aviación, que es donde surgió. Aunque el ABS
antecesor directo del usado actualmente comenzó a desarrollarse después de la
Segunda Guerra Mundial junto con el desarrollo de los aviones a reacción. En la
década de 1960 dio el salto a los coches y desde el año 2003 es una medida de
seguridad obligatoria para todos los coches fabricados a partir de ese año.
La fibra de carbono que hoy da forma a partes de
algunos vehículos y que incluso se utiliza para fabricar coches casi por
completo fue desarrollada tal y como la
conocemos hoy a principios de la década de 1960, aunque su origen está en los
filamentos usados en las primeras bombillas.
El sónar que asiste al aparcamiento indicando mediante
una señal sonora y visual cuál es la distancia a los obstáculos próximos al
vehículo procede de los submarinos.
El radar, desarrollado por los británicos durante la Segunda Guerra Mundial
para detectar la llegada de aviones enemigos se utiliza actualmente como
elemento de seguridad activa en turismos, para ajustar automáticamente el
control de velocidad según el tráfico o para frenar un vehículo de forma autónoma,
sin intervención del conductor, en caso de que el radar detecte un obstáculo en
la trayectoria.
Lo mismo sucede con la tecnología de la luz láser que comienza a
aplicarse en los faros y pilotos de los vehículos, con la visión nocturna que
permite ver animales o peatones en la oscuridad al detectar el calor corporal
de éstos y con el head-up
display, un sistema
que proyecta información del vehículo directamente en el parabrisas de tal modo que esa información se recibe sin
necesidad de apartar los ojos de la carretera.
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