DS Automobiles es
la submarca de lujo del Grupo PSA, aunque
hasta hace apenas unos meses todos los DS fueran parte de la gama Citroën. Esta
nueva entidad está tratando de competir con las grandes marcas de vehículos premium con una imagen
renovada y una fuerte inversión en marketing.
Parece que una de las estrategias
que PSA va a seguir en busca de la expansión de esta marca es volver a vender sus
coches en Estados Unidos, además de ser una marca global que se venderá en todos los continentes del planeta. Citroën se vendió oficialmente en EE.UU.
durante los años 60 y 70, por lo que no hablamos de un territorio nuevo para
los franceses.
Citroën abandonó el mercado
estadounidense a finales de los años 70
Con los estadounidenses buscando coches más pequeños y
un mercado premium fuerte, el más grande del mundo, sin ir más lejos, DS
quiere poner toda la carne en el asador. Pero una aventura de este calibre exige mucho
músculo financiero y una red de distribución de la que a día de hoy
carece. Alfa Romeo y Fiat ya se venden en EE.UU., pero se han servido de la
gigantesca red de distribución del Grupo Chrysler: hablamos de miles de
concesionarios repartidos por todo el país. Y aún así, sus ventas son bajas.
La
distribución es un enorme reto, pero
tampoco conviene olvidar que Citroën abandonó el mercado estadounidense hace ya
cuarenta años, y aunque el DS original se vendió en números más que correctos
al otro lado del charco, pocos se acuerdan de este mito de la automoción.
Lo
que queremos decir es que hará falta una gigantesca inversión en marketing para
dar a conocer la marca en un país con 330 millones de habitantes repartidos en
un territorio cuya superficie es 20 veces superior a la de España, uno de los
países más grandes de la UE.
Los retos son considerables, pero hablamos de un reto
factible si PSA se lo propone. ¿O no? Con todo, hablamos de una declaración de
intenciones que podría quedarse en eso. Seguiremos informando.
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