Tras más de treinta y siete años de historia, el Holden Commodore se renueva en lo que la propia marca describe como la culminación de casi cuatro décadas de ingeniería, diseño y experiencia de producción. El denominado VFII es el Commodore más rápido y potente de su historia, y ofrece variantes tanto V6 como V8, como hasta ahora. Estará a la venta en Australia en el mes de octubre.
Estéticamente los cambios son sutiles: nuevos paragolpes delantero y trasero, aspecto diferente para la parrilla frontal, pilotos traseros de nueva factura, llantas de 18 pulgadas también en nuevo diseño y pilotos LED para la versión familiar o Sportwagon. La gama cuenta con diversos acabados, según motores y equipamiento, pero nos vamos a centrar en las motorizaciones que se ofrecen.
La opción de acceso es un 3.0 litros V6 de 252 CV y 290 Nm, mientras que la alternativa V6 más potente tiene 3.6 litros, y una potencia máxima de 286 CV, con un par motor máximo de 350 Nm. Por último está el motor LS3, un 6.2 litros V8 de 413 CV y 570 Nm, capaz de ofrecer una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, con cambio manual de seis velocidades, si bien se ofrece también una caja automática.
La marca afirma además que en las variantes V8 se ha reajustado la suspensión, para mejorar tanto la comodidad como el comportamiento dinámico, e incorporan un sistema de escape con dos modos, frenos Brembo de altas prestaciones en opción, tomas de aire funcionales en el capó, head-up display a color y llantas más generosas, de 19 pulgadas y también en nuevo diseño. Por último, la variante tope de gama o SSV Redline, añade frenos Brembo traseros y llantas de 20 pulgadas opcionales.
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