Así entiende Citroën que sería el Mehari del
Siglo XXI. El Citroën Cactus M, como su propio nombre
indica, es un derivado del famoso y peculiar Citroën C4 Cactus,
transformado para la ocasión en un atípico crossover descapotable o, mejor
dicho, sin techo. ¿Y cómo han conseguido esta transformación?
Para aproximarse
un poco más al concepto del Mehari original, y sin desmerecer la modernidad que
exige cualquier prototipo, este Citroën Cactus M se presenta con dos grandes
puertas laterales, cuatro plazas y, en ausencia de techo, dos grandes arcos de
protección en el frontal y en la zaga. Máxima simplicidad. Sin más.
El Citroën
Cactus M también goza de un aspecto más campero, de todocamino, que su homólogo de
producción. Empezando por el hecho de que sus suspensiones se hayan alzado y se
utilicen llantas de un diámetro mayor con neumáticos muy estrechos.
Las defensas también se han reforzado con nuevas protecciones de plástico,
similares a los vistos en el Citroën
Aircross Concept presentado este año.
El plástico, como en su predecesor, es el gran
protagonista de la carrocería de este Citroën Cactus M. Por
sencillez, economía, resistencia a los elementos; como a la sal, el agua, la arena y las piedras; y reducción de peso, cifra que por cierto desconocemos. Esta idea de resistencia queda patente en su interior, con asientos de neopreno que los protegen del agua y proporcionan un secado rápido o un suelo y laterales interiores de plástico con agujeros de drenaje, ideal para lavar la suciedad interior con una manguera, como en el antiguo Mehari.
Salta a la
vista que su
decoración también afianza ese aspecto veraniego de un vehículo que
estaría muy enfocado en su uso en días de asueto, en días vacacionales. El
ejemplo más claro lo tenemos en el tono celeste de su carrocería, o los
tapizados floreados de la tapicería que recubre los asientos y el salpicadero.
Entre las
soluciones inteligentes que se han empleado diseñando este coche, el acceso a su maletero
desde el exterior, al más puro estilo pick-up. Por otro lado, y en
ausencia de techo al uso, sus arcos se habrían diseñado para sostener dos tablas de surf, que a su vez proporcionan sombra a los pasajeros cuando se circula descapotado.
Aunque el
Citroën Cactus M goce de dos grandes puertas laterales, por supuesto de
plástico, Citroën nos confiesa que han rebajado su marco superior para que los
pasajeros puedan acomodarse de un salto en su interior. ¿Quién no lo ha hecho
nunca o no ha deseado hacerlo en un descapotable?
Aunque no lo
veamos en estas fotos, Citroën asegura que en el doble fondo de su maletero se esconde un
techo de lona que podríamos ajustar, a mano, por supuesto, si nos
sorprende un chaparrón. El techo se instalaría gracias a unos pilares
hinchables que se ajustarían mediante un compresor equipado por
el propio coche. Ese mismo sistema también nos serviría para improvisar un
pequeño campamento, con espacio para dos personas, y abatiendo los asientos
para que nos sirvan como cama para descansar.
El Citroën
Cactus M seguiría manteniendo la tracción delantera del Citroën C4 Cactus,
aunque asistida con un sistema para mejorar la adherencia en terrenos
deslizantes denominado Grip Control. El
motor de este prototipo es un PureTech de 110 CV, asociado a un cambio
automático de seis relaciones.
¿Lo veremos
algún día en la calle? Ciertamente lo dudamos. El interés de Citroën por lanzar
nuevas carrocerías derivadas en el Citroën C4 Cactus es más que
evidente. Por otro lado, Citroën ha dejado caer en más de una ocasión lo
interesante que sería lanzar un nuevo Mehari, el Mehari del Siglo XXI.
Pero mucho nos tememos que esto solo quedará en lo que ves, en un curioso
prototipo que nos muestra hasta dónde puede llegar el diseño del C4 Cactus.
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