
El autobús en cuestión ha recorrido 20 kilómetros a lo largo de un tramo habilitado para el sistema de autobús de tránsito rápido de la ciudad o BRT, haciendo las paradas correspondientes, respetando las normas de tráfico y recogiendo viajeros a su paso. A bordo viajaba un conductor, monitorizando las acciones del autobús, pero no tuvo que hacer uso de la dirección, el acelerador ni los frenos en ninguna ocasión.

El sistema hace uso de radares de corto y largo alcance, casi una docena de cámaras y un sistema de localización GPS, tecnologías similares a las que llevan los modelos más avanzados de la casa, como el Mercedes-Benz Clase E o el citado camión autónomo en cuya idea se basa éste autobús. Además, el vehículo está conectado a las infraestructuras mediante Wi-Fi y es capaz de conocer el estado de los semáforos y aprovecharse de saber cuándo se pondrán en rojo o si estarán en verde a su paso.

De momento es un prototipo pero no parece descabellado que en un futuro cercano tengamos entre nosotros autobuses pilotados. Según Daimler Buses, el primer paso hacia el transporte urbano automatizado pasa por tener carriles especiales y diferenciados, como los del BRT.
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