
Su
afilado diseño hizo que fuera bautizado como Cx,
las siglas que identifican al coeficiente aerodinámico. Este modelo, concebido
por el genial diseñador francés Robert Opron, tenía un Cx de sólo 0,35, muy
bajo para la época. Su carrocería familiar conocida
como Break ofrecía
un nivel de confort y un espacio de carga inigualable para 8 ocupantes. La
suspensión hidráulica aportaba además una versatilidad que ningún otro modelo
de su categoría ofrecía.
Tiempos difíciles

Citroën
no tenía presupuestado para dar forma a una nueva generación de mecánicas, el
plan inicial era el de seguir evolucionando los motores que habían sido creados
antes de la Segunda Guerra Mundial para el Traction. Aún así, se llegó a
trabajar en un seis cilindros bóxer refrigerado por aire y un cuatro cilindros
bóxer refrigerado por agua. Para los más puristas el CX
fue el último Citroën de verdad, pues fue el último modelo de la firma del doble
chevrón cuyo desarrollo fue previo a la compra de la compañía por parte de Peugeot el
24 de junio de 1974.
Primer motor transversal

En el CX tenía una cilindrada de 1.985 c.c., rendía
102 CV y le permitía alcanzar los 174 km/h. La segunda
motorización que daba forma a la gama inicial era el CX 2200, con otro cuatro
en línea de mayor cilindrada, exactamente de 2.175 c.c. con 112 CV. En
1975 consiguió el Premio al Mejor Coche del Año, un galardón que se
otorga anualmente desde 1964 por un jurado a nivel europeo integrado por
miembros de la prensa especializada del motor. Además, el CX también ganó el
Premio a la Seguridad de la Asociación Francesa de la Prensa del Automóvil.

El espacio es un lujo
El CX Break llegó en 1976 como la carrocería familiar de
la gama con unos colosales 4.930 mm de largo. Su batalla era 250 mm superior a la de la berlina, de modo que superaba
los 3 metros, exactamente 3.095 mm. Dos eran las configuraciones
disponibles para el Break, con un habitáculo formado
por dos o por tres filas de asientos. La primera era un 5 plazas, mientras que
la segunda pasaba a ser un 8 plazas.

Con una carga útil de hasta 2 toneladas estas transformaciones fueron populares
entre numerosas empresas de logística como la holandesa Hollander que se encargaba de repartir la prensa
en los Países Bajos.
Limusina presidencial
Sobre la misma batalla de 3.095 mm de longitud del Break
Citroën desarrolló una versión de batalla extendida del CX berlina a modo de limusina.
Esta versión especial recibió el nombre de Prestige y ofrecía un equipamiento
más lujoso de lo habitual. El motor escogido
inicialmente para el CX Prestige en su lanzamiento era un 4 cilindros de 2.347
c.c. que rendía 115 CV y
le permitía alcanzar los 187 km/h de punta.
Valery
Giscard d’Estaing, Presidente de la República Francesa
entre 1974 y 1981, adoptó el Citroën CX Prestige como limusina del Elíseo. El
espacio para las piernas en los asientos traseros del Prestige era ideal, no
obstante, la aerodinámica y baja línea de techo dejaba poco espacio a la altura
de la cabeza. Giscard d’Estaing medía 1,89
metros de altura con lo que esto se convirtió en un inconveniente que Citroën
se apresuró a solucionar.

El primer GTI
Un
año antes que Volkswagen lanzara al mercado la primera generación del Golf GTI,
en 1977 Citroën presentó el CX GTI. Una versión deportiva de
su berlina animada por un motor alimentado por inyección electrónica que rendía
128 CV. Gracias a su caja de cambios de cinco relaciones su velocidad punta
ascendía hasta los 190 km/h.

Siguiendo los pasos de otras marcas, Citroën también se
aventuró en el mundo de la sobrealimentación con el CX Diesel Turbo en 1983 y
con el CX GTI Turbo en 1984. El CX GTI Turbo llegó en octubre de 1984 con nada menos que 168 CV y una
velocidad punta de 220 km/h.

Llegó el parachoques de plástico
La conocida como Fase 2 llegó en 1985 y destacó por sustituir los
parachoques cromados por unos de plástico. El interior también
fue renovado con un nuevo salpicadero con el que se perdía aquel cenicero en
forma de bola. A día de hoy las unidades con
parachoques cromados reciben una mejor percepción como vehículo de colección que las de
parachoques de plástico.

También corrió en rally
Fueron numerosas las participaciones deportivas del CX,
la gran mayoría de ellas en rally. Uno de los pilotos que más veces corrió al
volante de un CX fue el francés Jean-Paul Luc: 1000 Lagos, Acrópolis, Portugal, RAC, Suecia y muchos más. El CX consiguió ganar el Rally
del Senegal tres años consecutivos entre 1977 y 1979,
también ganó el Rally de Biarritz en 1980 y el Mil Pistes de 1981.

Deslandes creó un cabrio
En la misma línea que las transformaciones de Tissier, otros carroceros llevaron a cabo
sus propias carrocerías sobre la base del CX, unas creaciones
que nada tenían que ver con Citroën. Nombres míticos como Chapron
o Heuliez también se sumaron a esta lista. Heuliez dio forma a un familiar todavía más grande que el que
comercializaba Citroën con el nombre de Break Evasion.

Más de 1 millón
El
23 de mayo de 1989 se terminó la producción de la berlina.
Después de 15 años en el mercado cumplió con creces su cometido como digno
sustituto del mítico DS. En 1989 Citroën introdujo el XM, un modelo
que consiguió menos éxito comercial que el CX.

Consejos por si buscas uno
No es demasiado fácil dar con un CX hoy en la calle. Esto
se debe a que la mayoría de usuarios tiene miedo al sistema hidráulico que gestiona su
equipo de suspensión. Por lo demás se trata de un vehículo
convencional. A la hora de buscar una unidad en
el mercado de clásicos es importante comprobar que se haya llevado a cabo un
correcto mantenimiento del sistema hidráulico. Lo
recomendable es vaciar todo el circuito cada 30.000 km, de lo contrario se
forma corrosión en los conductos.

En 2014, el Citroën CX recibió el galardón de Golden Car of the Year, un trofeo que proclama al vehículo como el mejor de la historia de los elegidos anualmente por este certamen. Esta nueva acreditación incrementa el valor del vehículo, y lo hace 15 años después de cesar su producción. Sin duda, un avanzado a su época que sigue marcando historia hoy en día.
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