El pasado 2 de noviembre, la agencia medioambiental estadounidense, la EPA, acusó al grupo Volkswagen de haber hecho trampas en la homologación de sus modelos equipados con el motor V6 3.0 TDI. Los modelos afectados iban desde el Audi A6 pasando por los A7 Sportback y A8 hasta el Porsche Cayenne Diesel o el Volkswagen Touareg, aunque la lista es en realidad más larga. La EPA señalaba con el dedo a modelos equipados con SCR e inyección de urea AdBlue, supuestamente limpios según el grupo VAG.
Según la EPA los niveles de emisión de NOx de esos coches sería 9 veces superior al límite legal de 43,6 mg/km y sería en realidad de casi 400 mg/km. Rápidamente, las marcas afectadas del grupo se apresuraron a desmentirlo. Y tal y como ocurriera con el escándalo inicial de los 2.0 TDI, primero desmintió la información para luego confesar que era cierto. Así, Volkswagen reconoce finalmente que todos sus TDI en Estados Unidos son ilegales. Estamos hablando de unos 85.000 coches más.
Todos los 3.0 TDI de 2009 a 2016 son ilegales en EE.UU.
La EPA ha confirmado que Volkswagen reconoció el fraude, que afecta finalmente a todos los 3.0 litros TDI desde 2009 hasta 2016. La EPA y la agencia medioambiental californiana, la California Air Resources Board seguirán investigando y tomarán las acciones que consideren oportunas.
De repente, a Volkswagen se le acaban de complicar aún más las cosas. No solamente se enfrenta a multas multimillonarias, también se puede ir preparando a que le lluevan las demandas, individuales o colectivas, de gente a la que se le vendió un coche con unas emisiones y un consumo determinado y que resultaron luego ser muchísimo más importantes.
Y ya no hablamos de un Volkswagen Jetta, hablamos de gente que compró algo más que un coche, gente que compró una reputación de excelencia, una imagen tecnológica superior como las de Audi y Porsche, en decadencia por este fraude, para descubrir ahora que le tomaron el pelo.
En previsión de las demandas, tanto en Europa como en EE.UU. o en el resto del mundo, Volkswagen ha vuelto a replantearse su plan de inversiones y de gastos. La primera consecuencia directa de está noticia la encontramos en uno de los centros de diseño del grupo en Alemania y en México. En ambos casos, la marca ordenó que se paralizasen las obras de la construcción de estos proyectos, ahorrándose así 100 millones de euros.
Otra consecuencia de este nuevo escándalo: el Volkswagen Phaeton vio como su sustituto sería únicamente un modelo eléctrico. Ahora, dicen en Alemania que la marca ya no le dará sustituto y que incluso quiere cerrar la fábrica de Dresden donde se produce el Phaeton.
De manera indirecta, también podría afectar a Bentley. Y es que la razón de ser del Phaeton siempre ha sido la de aligerar la carga inversora de Bentley para la plataforma de los Continental. De este modo, a nivel contable, la inversión en desarrollo de los Continental es menor ya que comparten plataforma con el Phaeton.
Olvídate de conquistar Estados Unidos
La situación a medio y largo de Volkswagen en Estados Unidos no es preocupante. No es el primer fabricante, ni el último, que engaña al público. El último ejemplo lo tenemos con General Motors y su tristemente famoso bulón de encendido, responsable directo de decenas de muertes, y ahí sigue como si nada. Sin embargo, EE.UU. ya era un mercado que se le resistía y tras estos escándalos podría tardar una década en volver a esperar tener unas ventas acordes con sus ambiciones de número 1 mundial.
Las consecuencias a largo plazo son más complejas de determinar. De entrada ha conseguido arrojar el descrédito sobre todos los diésel en Estados Unidos. Al otro lado del charco, no era un carburante muy popular, pero el trabajo de marketing de Volkswagen con su "Clean Diesel" había abierto el camino con cierto éxito a los motores diésel, ya fuesen suyos o de otros fabricantes. Después de comprobar que en la familia Volkswagen no se salva ni uno, podemos dar por muerto el diésel en EE.UU.
¿Y en Europa? De momento, al no conocer el detalle técnico de cómo Volkswagen manipuló los 3.0 TDI no podemos decir si hubo fraude o no en Europa. Además, recuerda que el límite de NOx en Europa es mucho mayor que en Estados Unidos y Canadá, por lo que incluso sin trampa, las emisiones podrían estar dentro del límite legal. Otra cosa es que aún así utilizasen motores trucados, como en el caso del EA189. En las próximas semanas, deberíamos estar en medida de aportar algo de luz sobre su legalidad o no en Europa.
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