
Si haces memoria, cuando eras niño posiblemente soñabas con acudir a alguna de las fábricas donde hacían los coches con los que jugabas. Entrar en ese paraíso de juguetes en la mayoría de los casos aspiracionales, era mejor que entrar en el taller de Papá Noel. Por eso te hacemos volver al pasado repasando, de forma breve, la historia de siete fábricas donde hacían los coches de tus sueños de infancia.
Bburago
El cuidado por el detalle no es el punto fuerte de los coches de Bburago, aunque es cierto que hay que ser muy purista para considerarlos malas réplicas. Su resistencia a los maltratos de las madres y al servicio de limpieza de las casas, aparte de su enorme catálogo de coches, así como un precio relativamente asequible, son los puntos que han hecho de esta una de las compañías de maquetas de coches más importantes del mundo.
Tamiya Inc. Co.
La compañía nació en el año 1948, cuando su fundador Yoshio Tamiya comenzó a realizar kits de coches de madera. Hasta el año 1955 ese fue su principal producto, pero ese año lanzaron un tanque motorizado que marcó un antes y un después en la historia de la compañía. La línea de vehículos militares ganó mucho peso, tanto que incluso hoy en día siguen fabricando kits barcos o aviones militares de plástico.
En paralelo se fue desarrollando la línea de coches y motos de carreras, y en los años 80 lanzaron sus primeros coches de radiocontrol. Tamiya sigue siendo hoy en día sinónimo de las mejores maquetas para montar, con un cuidado por el detalle absoluto que les ha llevado, incluso, a lanzar su propia línea de pinturas fieles a las originales utilizadas por los fabricantes de coches.
Majorette

También trabajaron otras escalas, pero ese tamaño era el más popular y además te permitía guardarlos en el bolsillo del pantalón. Con un precio relativamente asequible, su resistencia a los golpes era grande, y el hecho de que los vendiesen en la mayoría de los kioscos, hacían que muchos niños se encaprichasen en estos cochecitos cada vez que iban a comprar la prensa con sus padres, que compraban por cierto las revistas de motor.
Micro Machines
Sus modelos, más o menos fieles a los originales, eran infinitamente más pequeños que los de la mayoría de empresas jugueteras, y eso les permitió acaparar un nicho de mercado que nadie tocaba. Sus réplicas de coches de películas fueron muy populares, y aunque eran bastante caros comparados con el resto de coches de juguete del mercado, se hicieron muy populares. Estuvieron vivos hasta la década del 2000 cuando la era digital comenzó a labrar su decadencia. Hoy en día dicen que son preciados objetos de coleccionistas.
Minichamps

Los coches de Minichamps son réplicas casi exactas de los originales, con un cuidado por el detalle que los sitúa en un plano superior a los que le rodean en este artículo.
Hot Wheels

Inicialmente solo hacían coches de plástico, pero hoy en día puedes encontrar hasta naves espaciales en su catálogo. Pero sin duda Hot Wheels se hizo mundialmente conocida por las poderosas campañas de marketing que le permitieron incluso tener su propia serie de películas y acercar esos coches al gran público.
Guisval

No se puede tener todo. Si queréis revivir los momentos en que los coches de Guisval eran nuestros mejores compañeros de juegos, tal vez una visita a su Museo Virtual te ayude a refresacar la memoria. Esperamos que esta pequeña recopilación de coches de juguete te haya hecho recordar los coches con los que jugábamos cuando éramos niños.
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