Quien no haya jugado de niño con un coche, ya sea de metal, de plástico, de escala 1:43, de radiocontrol o de Scalextric, se habrá perdido una parte importante de su infancia y sobre todo, habrá dejado escapar la posibilidad de tener una afición que es capaz de marcar nuestra línea vital.
Si haces memoria, cuando eras niño posiblemente soñabas con acudir a alguna de las fábricas donde hacían los coches con los que jugabas. Entrar en ese paraíso de juguetes en la mayoría de los casos aspiracionales, era mejor que entrar en el taller de Papá Noel. Por eso te hacemos volver al pasado repasando, de forma breve, la historia de siete fábricas donde hacían los coches de tus sueños de infancia.
Bburago
Bburago es sin duda una de las marcas de maquetas de coches más populares en España. Esta compañía italiana, basada en Burago di Molgora se especializó en la creación de coches de metal de escala 1:18, aunque en sus inicios hicieron también sus pinitos entre las 1:24 y 1:43.
El cuidado por el detalle no es el punto fuerte de los coches de Bburago, aunque es cierto que hay que ser muy purista para considerarlos malas réplicas. Su resistencia a los maltratos de las madres y al servicio de limpieza de las casas, aparte de su enorme catálogo de coches, así como un precio relativamente asequible, son los puntos que han hecho de esta una de las compañías de maquetas de coches más importantes del mundo.
Tamiya Inc. Co.
La compañía nació en el año 1948, cuando su fundador Yoshio Tamiya comenzó a realizar kits de coches de madera. Hasta el año 1955 ese fue su principal producto, pero ese año lanzaron un tanque motorizado que marcó un antes y un después en la historia de la compañía. La línea de vehículos militares ganó mucho peso, tanto que incluso hoy en día siguen fabricando kits barcos o aviones militares de plástico.
En paralelo se fue desarrollando la línea de coches y motos de carreras, y en los años 80 lanzaron sus primeros coches de radiocontrol. Tamiya sigue siendo hoy en día sinónimo de las mejores maquetas para montar, con un cuidado por el detalle absoluto que les ha llevado, incluso, a lanzar su propia línea de pinturas fieles a las originales utilizadas por los fabricantes de coches.
Majorette
Majorette es una compañía de origen francés fundada en Lyon a fines de 1961 cuyos coches de metal han ocupado muchas tardes de la actual Generación Y cuando eran pequeños. Combinaban piezas de metal con interiores y detalles en plástico y sus proporciones y detalles no siempre eran óptimos. Los coches de Majorette medían en torno a 7,5 cm y su escala variaba dependiendo del modelo.
También trabajaron otras escalas, pero ese tamaño era el más popular y además te permitía guardarlos en el bolsillo del pantalón. Con un precio relativamente asequible, su resistencia a los golpes era grande, y el hecho de que los vendiesen en la mayoría de los kioscos, hacían que muchos niños se encaprichasen en estos cochecitos cada vez que iban a comprar la prensa con sus padres, que compraban por cierto las revistas de motor.
Micro Machines
Quién no recuerda aquel lema que decía Si no son Micro Machines no son los auténticos. Cuando este tipo de juguetes todavía se anunciaban en televisión, muchos chavales soñaban con tener en sus casas aquellos pequeños, irrisorios coches de plástico cuya escala era cercana al 1:152. Esa fue la clave del éxito de esta idea original de Clem Heeden, un creador de juguetes de Wisconsin que trabajaba para Galoob.
Sus modelos, más o menos fieles a los originales, eran infinitamente más pequeños que los de la mayoría de empresas jugueteras, y eso les permitió acaparar un nicho de mercado que nadie tocaba. Sus réplicas de coches de películas fueron muy populares, y aunque eran bastante caros comparados con el resto de coches de juguete del mercado, se hicieron muy populares. Estuvieron vivos hasta la década del 2000 cuando la era digital comenzó a labrar su decadencia. Hoy en día dicen que son preciados objetos de coleccionistas.
Minichamps
Minichamps es una de las firmas top del maquetismo de coches. Esta firma alemana destaca por sus maquetas en 1:43, aunque también trabajan el 1:18 e incluso en 1:8. Sin duda llamar juguetes a estas obras de arte es inapropiado, pero he querido incluirlos en esta selección porque aunque eran inalcanzables durante la adolescencia porque costaban en torno a 10.000 pesetas, alguna unidad tenían los niños de pequeños.
Los coches de Minichamps son réplicas casi exactas de los originales, con un cuidado por el detalle que los sitúa en un plano superior a los que le rodean en este artículo.
Hot Wheels
Hot Wheels es una de las pocas marcas de coches de juguete que sigue viva y goza de buena salud hoy en día. No en vano, es parte del gigante juguetero Mattel, y eso le da fuerzas para seguir defendiéndose en la era digital. Desde su fundación en el año 1968 hasta ahora, el tipo de vehículos que ha fabricado esta marca ha variado mucho.
Inicialmente solo hacían coches de plástico, pero hoy en día puedes encontrar hasta naves espaciales en su catálogo. Pero sin duda Hot Wheels se hizo mundialmente conocida por las poderosas campañas de marketing que le permitieron incluso tener su propia serie de películas y acercar esos coches al gran público.
Guisval
Quién no recuerda ese eslogan de la juguetera española Guisval, que desde su fundación en 1962 se especializó en la fabricación de coches de metal a escala a precios asequibles. Rival directa de Majorette, esta empresa de Ibi alcanzó gran popularidad entre la juventud española de los años 70 y 80, especialmente por la fabricación de coches como el Renault 18, SEAT Ibiza, SEAT 127 y otros modelos muy comunes por nuestras calles. Su cuidado por el detalle no era precisamente el mejor, aunque hay que tener en cuenta que su precio era bastante económico.
No se puede tener todo. Si queréis revivir los momentos en que los coches de Guisval eran nuestros mejores compañeros de juegos, tal vez una visita a su Museo Virtual te ayude a refresacar la memoria. Esperamos que esta pequeña recopilación de coches de juguete te haya hecho recordar los coches con los que jugábamos cuando éramos niños.
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