
Un equipo que intenta atacar la cabeza solo puede
hacer lo que hizo Vettel en el primer instante, sorprender en la salida. Una
salida fulgurante de Sebastian Vettel dejaba atrás el caos que se provocó entre
los dos Mercedes, que se llegaron a tocar con Nico Rosberg llevándose, de
nuevo, la peor parte. Nico Rosberg se quedaba descolgado en los primeros
compases, perdiendo plaza incluso con Fernando Alonso, aupado a la octava
plaza. La perdería con Nico Hulkenberg al comienzo de la tercera vuelta.

Nico Rosberg también adelantaba al de McLaren,
una vez templados los nervios del inicio y Alonso recuperaba su posición
original este Gran Premio, la décima. En la cabeza, Vettel, Hamilton y
Verstappen, que tomaba la delantera sobre Daniel Ricciardo. Carlos Sainz ya
rodaba décimo sexto en la sexta vuelta, con Daniil Kvyat por delante en zona de
peligro por DRS. Los tiempos de Checo Pérez eran muy similares a
los de los pilotos por delante, que montaban súper blando y ultrablando. Podría ser la típica carrera de Checo siempre
que fuese capaz de mantenerse alejado del tráfico, solo el tiempo nos lo diría.

Desde el muro de Red Bull pedían a Max Verstappen
no frenar a Daniel Ricciardo, un par de vueltas antes. Tras el VSC las
posiciones seguían igual, pero era de esperar que si Ricciardo se acercaba,
Verstappen lo dejase pasar. Esto es curioso, porque estaba claro que si Daniel
Ricciardo no se acercaba, el joven Max no tendría que hacer nada, y para
cederle la posición debería darse el ataque explícito de Daniel. Nada que ver
con otras órdenes de intercambio pasadas. Carlos Sainz entraba en la vuelta 14 para
poner el neumático blando, una apuesta tanto o más arriesgada que el cambio de
Ferrari a dos paradas. ¿Aguantaría el neumático? Sea como sea, el madrileño
estaba trabajando duro en su remontada, sin cometer errores.

Llegaban las paradas de los dos Red Bull, que
montaban neumáticos blandos, y también de Nico Rosberg. Quedaban
todavía muchas vueltas y estarían al límite hacia el final de la carrera,
siempre y cuando no hiciese acto de presencia la lluvia. Esto era la teoría,
pero hay que recordar que la temperatura de la pista era mucho más baja que en
los libres y clasificación. Y la lluvia no aparecía. Con menos de seis segundos de ventaja sobre
Sebastian Vettel, Lewis Hamilton se mantenía fuera estirando al máximo su stint
y sus posibilidades. En la vuelta 25 Lewis Hamilton entraba y
colocaba el neumático definitivo hasta el final de la carrera, el blando.
Quedaban 46 vueltas, Vettel estaba en cabeza y a Hamilton le tocaba acercarse,
pero conservar bien el neumático.

Hamilton apretaba mucho las tuercas a Vettel, y
en el momento en que entrase el alemán las cosas se pondrían más tranquilas
para el inglés. Vettel entraba a boxes en la vuelta 37, justo en el momento en
que Felipe Massa abandonaba la carrera, y montaba el neumático blando, de aquí
al final. El interés se centraría por tanto en la parte final de la carrera, y
contando con Max Verstappen para la traca final, porque estaba en buena
posición. Sin embargo el neumático blando no parecía durar
todo lo que debiera y Daniel Ricciardo entraba a box a cambiar sus neumáticos.
Los de Hamilton, ¿durarían lo suficiente? Sainz rodaba noveno, y más rápido que
Nico Hulkenberg a 30 vueltas para el final.

Verstappen entraba en la vuelta 47 para poner
neumáticos ultrablandos, una noticia interesante porque su ritmo hasta el final
sería mucho más elevado que el de sus rivales. Si alguno tuviese que hacer una
parada extra, ahí estaría Max con el cuchillo entre los dientes. Recordemos que en ese momento Hamilton llevaba ya
22 vueltas con el neumático blando. También colocaba Carlos Sainz el juego de
ultrablandos nuevos que le quedaban, y con menos de 20 vueltas para el final
parecían buenas noticias. Dependería del tráfico y de ese momento necesario
para adelantar sin perder tiempo. Buen pitstop, y Sainz conservaba su posición
tras el pitstop, noveno y con Alonso detrás.

A pesar de la carrera a la contra que tuvo Nico
Rosberg, lo vimos muy peleón en las fases finales de la prueba. Cierto
que él mismo se complicó la vida al no hacer frente a un Hamilton subido, pero
hacia el final se veía con posibilidades de podium y adelantaba a Daniel
Ricciardo para la sexta plaza. Y qué decir de Ricciardo, una nueva carrera
comprometida, con problemas. Una pena que no podamos verlo más adelante. El siguiente objetivo de Rosberg era Kimi
Raikkonen, y poco tiempo le iba a durar al alemán, que debía ir más encendido
que las hogueras de San Juan.
Quedaban pocas vueltas para el final, 10, y Lewis
Hamilton marcaba la vuelta más rápida de la carrera demostrando que aguantaría
y que lo haría en plenitud de facultades, marcando territorio. Por detrás,
Carlos Sainz perseguía a Nico Hulkenberg, acercándose a la octava posición;
Daniil Kvyat presionaba a Fernando Alonso por la décimo primera posición, que
finalmente conservaría el español. A Vettel le crecían los enanos en esta parte
final de la carrera, y quizás la presión de no poder alcanzar a Hamilton le jugaba
malas pasadas y se saltaba la chicane de entrada a meta una vez tras otra.

Por delante Hamilton dominaba y dominaba,
mientras Vettel no era capaz de ponerse a la altura. La carrera finalizaba sin
mayores sorpresas una vuelta más tarde con Lewis Hamilton en primer lugar,
seguido por Vettel y por Bottas, un tapado que por fin regresa al podium, de
nuevo en Canadá. Brillante carrera de Max Verstappen, mala para Nico Rosberg y
en cuanto a los españoles, un orgullo el trabajo de Carlos Sainz, y una pena
las carencias de McLaren, que no permiten mejores resultados.
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