Se rumoreaba que PSA Peugeot Citroën no iba a terminar de desarrollar su tecnología Hybrid Air de coches híbridos hidráulico-neumáticos, que presentó en 2013 con modelos como el Citroën C3 Hybrid Air o el Citroën C4 Cactus Airflow. Un portavoz de PSA ha desmentido el rumor.
El sistema en sí de hibridación hidráulico-neumática, combina un motor de gasolina con un motor hidráulico, y una reserva de aire comprimido depositado en una bombona que se comprime al recuperar energía y se descomprime al funcionar el motor hidráulico. Fue desarrollado junto con Bosch. El problema es que implementar esta tecnología en un coche de producción que se pueda vender viene a tener un coste de unos 500 millones de euros.
Con unos costes tan elevados, el proyecto se ha dejado en pausa a la espera de que PSA Peugeot Citroën pueda encontrar un socio para poder pasar a la fase de producción esta tecnología, y tener coches reales que pudieran ponerse a la venta alrededor del año 2016. Lo que PSA necesita es compartir esos costes con otra marca de coches, que lógicamente también podría utilizar este sistema híbrido.
Este tipo de alianzas para reducir costes es muy normal en el mundo del automóvil, por ejemplo, sin salir de PSA, podemos pensar en los pequeños utilitarios Peugeot 108, Citroën C1 2014 y Toyota Aygo 2014, todos ellos primos, pero también hay otros ejemplos, como en furgonetas tales como la Mercedes-Benz Citan y la Renault Kangoo, o las Citroën Jumper y Toyota Proace.
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