
Gracias a la instalación de un compresor volumétrico Whipple en el 5.0 litros V8, que de serie es atmosférico, la potencia máxima se catapulta desde los 421 CV de serie hasta nada menos que 719 CV, elevándose también el par motor máximo de 530 a 706 Nm. El coche mantiene su caja de cambios manual de seis marchas, que envía la fuerza únicamente al eje trasero.

Por último, la lista de mejoras incluye el paquete Performance de fábrica, modificaciones interiores como los asientos Recaro, llantas de 20 pulgadas, o cambios en la suspensión, como barras estabilizadoras más rígidas en ambos ejes o muelles más cortos para reducir la altura de la carrocería en 30 milímetros.
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