Cerraba
Portugal diciendo que la segunda y tercera etapa no se amoldaba a su estilo de
pilotaje y que posiblemente en Cerdeña también sufriría, pero Dani Sordo
ha comenzado la cita italiana anotándose el mejor tiempo en el shakedown con un crono de 3 minutos y 27,4
segundos, dos décimas más rápido que su excompañero en Mini y Citroën, Kris
Meeke, mientras que Mads Ostberg ha finalizado en tercera posición.
Con la pista limpiándose rápidamente, hay que destacar los discretos cronos de Thierry Neuville, que ha
necesitado de cinco pasadas para
bajar del 3’30 y además ha obligado a sus mecánicos a repararle el paso de
rueda trasero derecho tras un toque, mientras que Mikkelsen también aparece muy
atrás a pesar de contar también con la unidad 2015 del Polo. Paddon, Tänak
y Evans cierran la clasificación entre los oficiales.
Pequeño
aperitivo el que hemos podido ver en la sosa superespecial disputada en el puerto de Cagliari.
A pesar de no ser un recorrido muy complejo, algunos pilotos como Lorenzo Bertelli o Robert Kubica han tenido problemas en el tramo, teniendo incluso que engranar la
marcha atrás para poder continuar en el sentido de marcha correcto. Otros como
Sordo, cometían un error a la hora de salir que le acarreaba 10 segundos de penalización. Todo
ello dejaba un sorprendente ganador, Martin Prokop.
Y es
que el cántabro se adelantaba en la salida y a pesar de conseguir el segundo
mejor tiempo, por detrás del piloto checo, se veía relegado al fondo de la
clasificación por dicho error. Su posición
la heredaba Andreas Mikkelsen, seguido por Ott Tänak y Thierry
Neuville, que al igual que Jari-Matti Latvala ha tenido que reparar el paso de
rueda trasero derecho tras el shakedown.
Hay
que bajar hasta la sexta plaza para encontrar a Sébastien Ogier, empatado a
tiempo con Jari.Matti Latvala. Este se trata del
segundo scratch de Prokop en el Mundial de Rallyes, después del
conseguido en 2010 en el Rally de Suecia. Para ello, el privado de Jipocar ha tenido que castigar sus neumáticos,
un juegos que no podrá sustituir ya que no hay asistencia antes de los tramos
del bucle del viernes por la mañana. Bien vale poder decir que has sido líder
de un rally del Mundial por primera vez.
Tras
el scracth y su fulgurante
liderato, Martin Prokop cedía su posición de privilegio a otro
piloto no menos sorprendente. Y es que Hayden
Paddon se ha aprovechado de su retrasada posición de salida y su implacable ritmo matutino para irse a comer
con 23 segundos de
ventaja sobre Jari-Matti Latvala. EL neozelandés ha encadenado tres scratchs consecutivos, racha
sólo cortada por Sébastien Ogier, que era el encargado de marcar el mejor
tiempo en la corta especial que cerraba la mañana. Paddon, junto a sus
compañeros, Dani Sordo y Thierry Neuville, ha plantado cara a los Volkswagen en
estos cuatro tramos de los que se ha compuesto la mañana, aprovechando las
lluvias caídas durante la noche. Este último factor ha impedido
que se produjera el polvo en suspensión, pero a su vez ha mantenido la capa de
tierra suelta en los tramos, algo que ha perjudicado seriamente a los primeros
en el orden de salida.
Hayden Paddon tiraba de estrategia y montaba dos ruedas de
compuesto blando en el
eje trasero para poder ganar algo de tracción con su Hyundai i20 WRC,
ya que precisamente ese es uno de los grandes caballos de batalla del coche
coreano. Además de salirle bien la táctica, el exCampeón del Mundo de
Producción se tiraba a los tramos como un auténtico poseso, con ganas de
demostrar su rapidez, algo que le servía para irse a la asistencia por delante de
los dos Volkswagen del
equipo oficial y que también se traduciría en un par de sustos en los dos
primeros tramos, al tocar con la parte trasera un par de rocas que hacían que
el coche se le descolocara. Afortunadamente para el oceánico, el bucle
terminaba sin mayores problemas y con un sólido liderato.
Peor le iba a Kris Meeke.
El norirlandés, con mucha más confianza después de su victoria en
Argentina se lanzaba al ataque desde la primera especial del día. Sabedor de
que era importante sacar la mayor diferencia posible a Ogier, el de Citroën se
salía de pista en pleno ataque y dañaba la suspensión trasera. No sería el
único. Robert Kubica en el TC3 y Andreas Mikkelsen un tramo
después, en el TC4, también sufrían pequeñas salidas de pista
que dañaban sus suspensiones y que les obligaban a tomar el camino de la
retirada. El caso de Meeke es más difícil, ya que en el equipo no están seguro
de que pudiera reengancharse por medio del Rally2.
Con tres pilotos de cabeza descartados y con los Ford
Fiesta RS WRC Mk.II en manos de Elfyn Evans y Ott Tänak, sin terminar de
mostrar el verdadero potencial, los Hyundai se ha erigido en protagonistas,
siendo la principal alternativa a los Volkswagen y con Dani Sordo y Thierry Neuville marcando tiempos muy
competitivos y
similares a los de los Polo R WRC 2015. En el caso del cántabro es muy
llamativo, ya que sin la penalización de 10 segundos estaría
peleándoles el podio a Ogier y Latvala en un terreno en el que según el propio
piloto de Puente San Miguel no se
encuentra muy cómodo. A pesar de todo esto, Dani se mantenía por delante de su compañero, demostrando que va poco a poco cogiendo confianza
con el coche en tierra.
El
segundo bucle de la primera etapa no ha sido
tan favorable para Hyundai como el de la mañana. Al menos en lo
que respecta al primer equipo, ya que a los múltiples problemas mecánicos de
Neuville se ha sumado el tardío abandono de Dani Sordo. En el otro lado de la
balanza Hayden Paddon, que se convirtió en el hombre del día al conseguir el liderato en la primera especial de la
mañana y no soltarlo hasta el final, se fue a dormir como primer clasificado
del Rally de Cerdeña.
La tarde comenzaba igual para Hayden Paddon. El neozelandés
mantenía el ritmo y los Volkswagen tan sólo eran capaces de robarle unos pocos
segundos por tamos. Quedaba patente que la tónica había cambiado y ahora Sébastien Ogier conseguía estar en tiempos de cabeza después de que el primer paso por los
tramos del bucle dejara mucho más limpia la superficie. Jari-Matti Latvala se
anotaba el scratch en
la segunda pasada por Sagama, justo por delante de Dani Sordo, en lo que
parecía uno de los habituales sprints del finlandés en busca del liderato. Las
modificaciones en la asistencia, endureciendo las suspensiones
de cara a los tramos de la tarde. Una modificación que no
terminaba de funcionar y tras ese scratch, el nórdico cedería 3,3 segundos
respecto al mejor tiempo firmado por Ott Tänak en el TC7.
Una especial más tarde, Latvala
recuperaba el tono y le
recortaba dos décimas a su compañero de equipo en una batalla en desigualdad de
condiciones debido a la posición de salida de cada uno de los pilotos de
Volkswagen. El
penúltimo tramo del día nos dejaba una buena pérdida de tiempo por parte de los
pilotos de delante. Al pinchazo
de Jari-Matti Latvala se sumaban a los problemas con la estabilizadora de Dani Sordo, con un Hyundai
i20 WRC que se movía mucho y la
aún mayor ristra de segundos dejada por parte de Thierry Neuville, que ha
aquejado durante toda la tarde múltiples problemas con la caja de cambios. A
ello se le han unido un fallo en
el freno de mano y
un déficit de potencia en el TC9 que le han alejado aún más del podio.
Mientras
que la perdida no era significante en el caso de Ogier, sobre todo teniendo en
cuenta que no tendrá que abrir pista si se reincorporaban Kris Meeke, Andreas
Mikkelsen y Robert Kubica, Latvala se dejaba 17 segundos al
final del primer día que a buen seguro habían dejado su moral muy tocada. Peor
suerte corría Dani Sordo, que tras un gran día sufría un toque en una curva
lenta que le arrancaba la
rueda trasera izquierda,
impidiéndole terminar la jornada ya que no era posible circular con el coche a
tres ruedas por el enlace de vuelta a la asistencia.
De esta forma se cerraba lo que estaba siendo un buen día para el
cántabro, ganando en confianza con el coche en tierra y
atacando para mantenerse en la estela de los Volkswagen. El minuto y 22
segundos perdidos eran más una anécdota ya que penalizaría para reengancharse por medio de Rally2. En este caso podemos decir que ha habido dos grandes nombres esta jornada,
Hayden Paddon y Sébastien Ogier. El primero ha mantenido durante toda la etapa el liderato,
pero ha cedido algo de tiempo según la pista ha ido igualándose para todos los
competidores. El segundo
ha sacado toda su rabia después
de las críticas recibidas y se ha convertido en el animal herido y peligroso
que es siempre. El de Gap está decidido a ganar este rally y sin duda esta
primera etapa demuestra que está en disposición de ello.
Mágico.
Así podríamos definir lo que estaba haciendo Hayden Paddon al volante del
Hyundai i20 WRC frente
al bicampeón del Mundo de Rallyes. A pesar de que la situación se ha
normalizado en parte gracias a que Sébastien Ogier no estaba teniendo que abrir
pista después de la reincorporación de los pilotos
que abandonaron, el neozelandés, Campeón de Producción en
la temporada 2011 resistió los ataques del de Volkswagen, continuando con
su gran actuación. Lo que comenzaba como una lucha a tres bandas, se convertió en un mano a mano en el que el tercer piloto del equipo Hyundai ha repelido
todos y cada uno
de los ataques. Buena muestra de ellos es que tras ceder 1,7 segundos en las
dos primeras especiales, Paddon llevaba de nuevo su ventaja hasta casi la
decena de segundos, para estabilizarse en los 9,3 una vez
llegados a la asistencia después
del primer bucle.
Obviamente, es de esperar que el francés reservara su ataque
para la tarde, en el momento en el que los tramos se encuentren mucho más
limpios y se iguale el grip para ambos contendientes. Mientras tanto, Jari-Matti
Latvala se lanzaba al ataque, tratando de engancharse al tren
de cabeza. Tras recortar en el segundo tramo 2,8 segundos a Sébastien Ogier,
llegaba el desastre. Las notas demasiado optimistas del finlandés le hacían
tomar mal uno de los rápidos cambios de rasante de la cita italiana y pinchar
uno de sus neumáticos al tocar fuera de pista. El segundo piloto de Volkswagen decía adiós a
cualquier posibilidad de
luchar por la victoria y tendría que correr mucho para recuperar los casi 2
minutos que se dejaba en el lance y en cambiar posteriormente el neumático para
poder volver al podio.
No era la única mala noticia para los de Wolfsburgo, ya que Andreas Mikkelsen debía abandonar de nuevo tras arrancar una de sus ruedas. El
nórdico vuelve a sus fueros tras grandes actuaciones como la de Suecia. El
estado anímico no ayuda a un piloto que ha demostrado poder estar en el ritmo
de sus compañeros con la unidad del año pasado. Tampoco le iban bien las cosas a Dani Sordo,
que tras abandonar en el último tramo debía volver a tomar el camino a
las asistencia en grúa tras sufrir problemas con la bomba de combustible que
dejaban fuera de combate su i20 WRC antes del inicio del TC14. Los
pilotos privados de M-Sport no han tenido suerte. Lorenzo Bertelli abandonaba tras producirse una fuga
de aceite en su Ford Fiesta RS WRC Mk.II, mientras que Martin
Prokop tenía que hacer lo propio debido a que la presión de aceite no era la
correcta en su unidad. Robert Kubica, reenganchado
gracias al Rally2 cedía
mucho tiempo por un problema con los intercomunicadores, sufriendo
posteriormente un pinchazo que también le obligaría a parar para sustituir la
rueda.
Con todo esto, Ott Tänak
era el mejor representante de la firma del ovalo, y tras
aprovechar los problemas de Latvala, subía al tercer escalón del podio, seguido
por un desconocido Mads Ostberg y por el propio Jari-Matti. Thierry Neuville se
encontraba por su parte sufriendo todo un calvario con su Hyundai. Tras los
problemas de potencia, freno de mano y otras catastróficas desdichas,
se ha sumado un fallo en la dirección asistida que le trajo de cabeza
durante toda la mañana. Y, finalmente, se
acabó el sueño. Un trompo y problemas con la caja de cambios han apartado a Hayden Paddon de poder lucharle el
triunfo a Sébastien Ogier hasta
el último tramo. El francés, que salió al ataque durante la tarde, forzaba
el ataque del Campeón del PWRC en 2011 y a falta de sólo 4 tramos y poco más de 45 kilómetros cronometrados contaba con una ventaja de más de dos
minutos sobre el segundo clasificado. Un dato, sólo 8 WRC han aguantado la
segunda etapa.
Y es
que la etapa maratón ha pasado factura a los pilotos y sobre todo a las
máquinas. Además de los
problemas de los Ford Fiesta RS WRC Mk.II de Martin Prokop y Lorenzo
Bertelli, se han sumado los abandonos de Robert Kubica y Ott Tänak,
ambos con la caja de cambios bloqueada en 5 velocidad. Así pues, el que estaba
llamado a ser la mayor revolución de M-Sport está empezando a mostrar sus
problemas de juventud. Sin embargo, lo más doloroso estaba por llegar. Jari-Matti Latvala sufría un fallo en su suspensión
delantera que
le acumulaba otros dos minutos de retraso y le dejaba definitivamente fuera de
la lucha por el podio en la que se había metido directamente con el abandono de
Tänak. Con los problemas del estonio y del finlandés, Mads Ostberg se encontraba con el tercer escalón del podio en un rally en el que estaba pasando
desapercibido, en la línea de sus actuaciones durante toda la temporada.
Minutos más tarde, Hayden
Paddon llegaba entre lágrimas a la meta del TC18. No sólo era
la rabia de haber perdido el liderato tras el trompo en el tramo anterior. Algo se había torcido
en el interior del Hyundai i20 WRC, también con problemas con el cambio. La
lucha por la victoria había pasado ya a un segundo plano y Paddon estaba intentando sobrevivir y atar su primer
podio en el WRC. Tras hacer algunas modificaciones antes del último tramo
del día, Hayden
salía a capear el temporal y al menos lograba llegar a meta sólo cediendo 1
minuto y 46,8 segundos, algo que le permitía retener su segunda
plaza por delante de un Ostberg que sigue en la táctica de pescar el mejor
resultado posible a base de los errores/problemas de sus rivales. Thierry
Neuville y Elfyn Evans también remontaron, situándose cuarto y quinto
respectivamente.
No
tuvo demasiada historia la tercera y última etapa del Rally de Cerdeña 2015. Con
Sébastien Ogier instalado en una más que cómoda primera posición después del fatídico sábado de Hayden Paddon, el
actual líder del Mundial tan sólo ha tenido que mantenerse
en pista para
lograr el que es su cuarto triunfo de la temporada y el regreso al camino de la victoria del que se había apartado tras los problemas
mecánicos en Argentina y la formidable actuación en Portugal, que se vio
empañada por las desafortunadas declaraciones posteriores. Y lo cierto es que las tres primeras posiciones del podio
parecían fijadas, sin embargo, el error de
Mads Ostberg en la primera especial del día le ha costado el podio y que de nuevo las miradas de los responsables del
equipo se centren en una gris actuación del ganador del Rally de Portugal de
2012. El piloto de Citroën sufría un problema con los intercomunicadores y
posteriormente, una nota errónea le llevaba a tener una salida de pista en la
que además se quedaba sin frenos.
Ostberg podría regresar a pista, pero las
dificultades para parar el coche y el tiempo perdido en el percance le
retrasaban hasta
la quinta plaza y entregaban, casi sin quererlo, el tercer escalón del podio a
un Neuville que ha estado acosado por los problemas técnicos durante todo el
rally y que ha conseguido un resultado que sabe mucho mejor después de todas las
penurias vividas. De nuevo, uno de los
peores fines de semana para Hyundai se solventa con dos pilotos en el podio. Esperemos que esta gloria engañosa no
nuble la vista de los integrantes del equipo de Nandan.
Mads tenía que salir a la corta Power Stage a defender su posición dentro del Top 5, algo que parecía sencillo contando
con más de un minuto de ventaja, pero que finalmente casi se convierte en una
renta insuficiente quedándose Latvala a sólo 16,6 segundos. Mientras que Ogier
celebraba una merecida victoria, Hayden Paddon hacía
lo propio con el que era su primer podio en su corta carrera al volante de un
World Rally Car. Gran trabajo del kiwi en el que es el primer rally en el que
repite. Los tres puntos de la Power
Stage también eran para pareja Ogier/Ingrassia, ganando con solvencia el TC23
con casi 4 segundos de ventaja sobre Latvala. El punto restante era para el
otro Volkswagen, el de Andreas Mikkelsen.
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