En cualquier aparcamiento de superficie, caso de un
centro comercial o de un aeropuerto, los vehículos aparcados se dividen en dos
grupos: los que han entrado de frente en la plaza de aparcamiento y los que han
entrado marcha atrás o de culo en
la plaza de aparcamiento. Aunque normalmente los vehículos que han entrado de
frente son una amplía mayoría, esa no es necesariamente la mejor forma de
aparcar. Tampoco significa que sea la óptima ni la más segura.
Tal vez nos encontramos ante uno de esos debates de
internet y desde luego cada uno tendrá su opinión o su preferencia al
respecto; al fin y al cabo ambas formas de aparcar tienen sus ventajas y sus
desventajas. Pero se considera que es más seguro aparcar en batería marcha
atrás, por varios motivos.
Es verdad que entrar de frente en una plaza de
aparcamiento resulta más cómodo y más directo, incluso más natural. Pero al
entrar de frente se hace un poco a ciegas, ya que no se empieza a ver el
interior del hueco hasta después de haber comenzado a meter el coche.
En cambio para entrar marcha atrás en una plaza libre
primero hay que pasar por delante de ella, lo que da ocasión para verla en su
totalidad y tener una panorámica completa del interior, incluyendo profundidad
y altura, antes de
iniciar la maniobra de entrada.
También resulta menos riesgoso dar marcha con el coche
hacia un hueco libre que dar marcha atrás con el coche hacia una calle o hacia
el aparcamiento por donde circulan y hay movimiento de vehículos y de peatones.
Y esta maniobra de marcha atrás,
incómoda y arriesgada, es precisamente la que toca hacer cuando se
ha aparcado de frente. En cambio habiendo
aparcado marcha atrás la salida para incorporarse de nuevo al tráfico se hace
de frente, con mucha más visibilidad.
Entre quienes argumentan a favor de aparcar marcha
atrás aparcar de este modo se considera aparcamiento táctico o defensivo, ya que en
caso de necesidad permite huir rápidamente de un lugar. Es mucho más rápido
subir al coche, arrancar y largarse del lugar que subir al coche, arrancar y
empezar a maniobrar marcha atrás y contra el tráfico.
El método de aparcar marcha atrás en batería también
es aplicable a las vías públicas, aunque no es muy habitual. Nada nada
habitual, de hecho, pero va ganando reconocimiento.
El aparcamiento en batería, en oblicuo, en la vía
pública se conoce como aparcamiento en espiga y tiene
ventajas adicionales a las mencionadas antes, incluyendo una menor ocupación de
superficie por coche, una invasión menor de la acera debido al voladizo del
coche y ofrecer acceso al maletero desde la acera, que es más seguro que tener
que salir a la calzada para cargar o descargar. Precisamente el acceso al
maletero es el mayor inconveniente de aparcar marcha atrás en un aparcamiento
de superficie, especialmente si se trata de llegar hasta él con un carro.
Comentarios
Publicar un comentario