El Jeep Wrangler es quizá uno de los todoterreno más aptos para un uso off-road de cuantos se comercializan actualmente en nuestro mercado. Lo que también es una realidad es que su oferta no cuenta con motores especialmente prestacionales, por lo que siempre habrá algún loco con ideas de bombero que decida meter cualquier cosa bajo el capó.
En este caso es Hauk quien ha instalado en este Wrangler Rubicon de cinco puertas un poderoso motor 6.2 litros V8 sobrealimentado por compresor, concretamente el que montan los Dodge Charger y Challenger SRT Hellcat, de 717 CV y 880 Nm de par motor máximo. La caja de cambios automática de cinco velocidades con la que se combina es de origen Mercedes-Benz.
Por supuesto, para digerir semejante cifra de potencia, bajo la carrocería de este Wrangler se ha tenido que instalar un sistema de frenos a la altura de las circunstancias, una suspensión de corte deportivo con amortiguadores Bilstein Performance, nuevo eje de transmisión y faros de xenón, entre otras cosas.
Lo mejor de todo es que no se trata de una creación única, sino de una propuesta que se ofrecerá a los clientes, si bien de manera limitada. La compañía producirá 50 unidades numeradas de esta bestia todoterreno, basada en Jeep Wrangler Rubicon actuales. Además, Hauk ofrecerá un sinfín de opciones de personalización para que cada cliente cree su coche a su gusto.
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