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Carriles de recarga de eléctricos

Hace ya varios años que los coches eléctricos son una realidad en nuestras carreteras, pero su adopción dista mucho de ser mayoritaria. A la hora de comprar un nuevo coche, la comodidad todavía pesa más que el interés por el medio ambiente y un tema pendiente lastra a los eléctricos: aunque cada vez hay más estaciones de recarga, estas no son aún suficientes. Y la autonomía de las baterías sigue siendo muy inferior a la que da un depósito lleno de combustible.
Pero ¿y si no hubiese que parar a cargar el coche porque este se está cargando de forma constante? Esa es la idea que desde hace un tiempo barajan investigadores de varios países y que poco a poco algunos empiezan a probar. El último ejemplo es el de Highways England, el departamento gubernamental inglés responsable de mantener y mejorar las redes viarias del país, que está a punto de empezar a probar sus primeras autopistas eléctricas.

Se trata de momento de un proyecto de prueba que durará 18 meses y que tendrá como objetivo ver cómo funcionan estas carreteras que cargan de forma inalámbrica los eléctricos que circulan sobre ellas, con la idea de acabar desarrollando la tecnología en todas las autopistas del país. Para las pruebas, se dotará a los eléctricos de un equipamiento especial diseñado para capturar y almacenar la energía que emiten otras máquinas instaladas bajo el pavimento. En los Países Bajos hay también en marcha un proyecto similar llamado Smart Highway
Se trata de las autopistas luminosas de las que ya hablamos en alguna ocasión, y que tienen también en mente añadir un carril equipado con la tecnología de carga inalámbrica que permita a los vehículos que circulen sobre él recargar sus baterías. Como de momento se trata solo de experimentos no sabemos cuál será la forma final de estas carreteras, aunque es bastante fácil imaginar un futuro en el que sean la norma general. Los expertos opinan que, por lo menos al principio, se tratará de autopistas de peaje, una estrategia que animará a las autoridades responsables de países y ayuntamientos a interesarse por la tecnología, ya que ayudará a llenar algo las arcas públicas.

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