Prácticamente cada semana hemos ido descubriendo una nueva faceta del escándalo Volkswagen sobre las emisiones, primero fueron los óxidos de nitrógeno de sus diésel, luego las homologaciones de CO2, después se sumaron más motores, investigación internacional sobre el caso y, como cabía esperar, las ventas del gigante alemán ya comienzan a resentirse a nivel global, debido a una importante crisis de confianza.
Según el máximo responsable del comité de empresa de Volkswagen, Bernd Osterloh, el asunto del CO2 has disparado una mayor crisis de confianza en los productos VW que el tema de los óxidos de nitrógeno. Las ventas globales del grupo con base en Wolfsburgo se han reducido en un 3,5% durante el mes de octubre, a pesar de haber aumentado un 0,5% en su mercado local, el alemán.
Si persiste la ralentización de las ventas, la compañía alemana podría verse con demasiados empleados y algunos empleos se pondrían en peligro. "El empleo está asegurado mientras vendamos coches", ha afirmado Osterloh. "Si no vendemos coches, se pondrá relativamente difícil. Tendremos que mirar los pedidos de los siguientes días"
Mientras tanto, Volkswagen prepara 2.000 millones de euros en concepto de pagos por compensación tras desvelar a principios de este mes que había manipulado los niveles de CO2 homologados en unos 800.000 vehículos, vendidos principalmente en Europa, a lo que dos semanas después sumaba también motores de gasolina que anteriormente no se creían afectados.
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