Tal y como adelantamos hace semanas, Audi ha desvelado en el Salón de Frankfurt su Audi e-tron quattro concept, un prototipo de todocamino que anticipa un nuevo modelo de producción. Este concept car es un escaparate de tecnologías: muestra al público tanto la novedosa iluminación OLED, como el trabajo aerodinámico o el sistema de propulsión completamente eléctrico, cuya autonomía es de más de 500 kilómetros, según la compañía.
El propio responsable de desarrollo técnico de Audi, Ulrich Hackenberg, ha afirmado en Frankfurt que la marca de los cuatro aros lanzará a principios de 2018 un SUV deportivo eléctrico de clase superior, que debería estar basado en las ideas aportadas por este prototipo que tenemos delante. Sus 4,88 metros de largo lo colocan a caballo entre un Audi Q5 y un Audi Q7.
El sistema propulsor del Audi e-tron quattro concept está compuesto por tres motores eléctricos, cuya potencia conjunta alcanza los 435 CV o 320 kW. Además, una función overboost permite llegar puntualmente y durante unos segundos hasta los 503 CV y 800 Nm de par máximo. ¿El resultado? 0-100 km/h en 4,6 segundos y 210 km/h de punta.
La gran batería de ión-litio del modelo, que permite esa autonomía teórica de 500 kilómetros gracias a una capacidad de 95 kWh, está integrada en el suelo del habitáculo, lo que contribuye a un buen reparto de pesos y a un centro de gravedad lo más bajo posible. El llamado sistema de carga combinada permite recargar la batería a partir de corriente continua o alterna, con un tiempo mínimo de recarga de 50 minutos en una salida de 150 kW.
Además, Audi también muestra su sistema de carga por inducción, sin cables, junto a un sistema de aparcamiento pilotado del prototipo, que le permite colocarse de forma autónoma en la posición correcta para la recarga, sobre la zona de carga instalada en el suelo del garaje. Por último, el techo cuenta asimismo con paneles solares, que ayudan a conseguir mayor autonomía en días soleados.
Bajo la carrocería del e-tron quattro nos topamos con una suspensión neumática adaptativa, de carácter deportivo, con amortiguación pilotada y altura variable. A altas velocidades, por ejemplo, la carrocería se acerca al suelo para reducir el coeficiente aerodinámico y, por tanto, el consumo. Como novedad, el eje trasero ahora es direccional y, dependiendo de la situación, las ruedas posteriores pueden girar en la misma orientación que las delanteras, o en la opuesta.
Audi destaca la aerodinámica activa que incorpora su concept, ya que para conseguir ese coeficiente aerodinámico de 0,25 han recurrido a elementos de carrocería móviles eléctricamente. También se prescinde de retrovisores exteriores, a favor de cámaras, que reducen la resistencia al viento. La tecnología Matrix OLED llega al frontal.
Ya en el habitáculo, para cuatro ocupantes, y con un diseño de superficies lisas y angulosas, de aspecto simple pero interesante, destaca el uso de tecnología OLED en los diversos display y el diseño Audi virtual cockpit que tanto gusta en los modelos de calle. Materiales de alta calidad, como cuero, y un volante achatado en su zona inferior y de curiosas formas, son algunos detalles a destacar.
Pantallas digitales OLED y táctiles permiten acceder a las diferentes funciones del vehículo, aunque el volante también incorpora superficies táctiles para controlar todo esto sin quitar las manos del mismo. De la conexión a Internet se encarga un módulo LTE, de alta velocidad.
Este prototipo incorpora ya todas las tecnologías de conducción autónoma, como los sensores de radar, la videocámara, sensores ultrasónicos o escaner láser, cuya información se lleva directamente a un módulo de control central ubicado en el maletero, que se encarga de procesar los datos y hacerse una idea del entorno del vehículo. Según Audi, estas tecnologías están casi listas para llegar a producción.
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