Estás ante el secreto mejor guardado de Grupo Volkswagen para el Salón de Frankfurt, el Porsche Mission E. Este mensajero del futuro nos muestra la interpretación de los deportivos eléctricos en Stuttgart: tienen cuatro puertas, cuatro asientos individuales, se carga al 80% en 15 minutos, se controla a través de la mirada, de gestos y de hologramas, y tienen dirección en las cuatro ruedas.
Después del enorme escepticismo que acaba de pasar por tu mente, es momento de hablar de su diseño. El Porsche Mission E es el puente que la firma de deportivos ha construido para hacer las paces entre su pasado y su futuro. El diseño de la zaga es tan tradicional como un 911, pero el frente parece inspirado en el Porsche 918 Spyder; la lateral, en el Panamera.
El Mission E se controla con la mirada
Lo más interesante del nuevo deportivo eléctrico de cuatro asientos de Porsche quizá no sea el hecho de se trate de un eléctrico, sino del vistazo al futuro que se puede mirar desde sus ventanas. El salpicadero, por ejemplo, incluye instrumentos sumamente intuitivos que se controlan con los ojos y con gestos, incluso con hologramas que se ajustan de manera automática a la posición del conductor.
El cuadro de instrumentos muestra cinco relojes redondos, que mantienen la esencia de Porsche, pero son desplegados a través de un display de LEDs orgánicos. A través de ellos se despliega información de los menús Connected Car, Performance, Drive, Energy y Sport Chrono.
A través de una cámara, el coche sabe a qué instrumento está mirando el conductor. Basta pulsar un botón en el volante para navegar sobre el menú que se tiene en la mirada. Por si no fuese lo suficientemente sorprendente, la pantalla 3D sigue la posición que toma el conductor; el efecto es conocido como parallax. Con esto se busca eliminar las situaciones en las que el volante bloquea la visibilidad de información importante para el conductor.
Conductor y pasajero pueden controlar algunas aplicaciones sin tocar ninguna pantalla, y a través de ellas manipular el navegador, el sistema de entretenimiento, el climatizador, los contactos y algunas configuraciones del coche. Existen otras funciones, como servicios remotos, que llegan a su máxima expresión en la llave digital del Mission E. Es enviada a través del Porsche Connect Portal y permite que amigos o familiares tengan acceso al coche, dependiendo de las condiciones de tiempo y espacio indicadas por el propietario.
600 caballos de pura controversia para el Porsche Mission E Concept
Para moverse, el Porsche Mission E Concept recurre a una tecnología similar a la del 919 Hybrid que compitió en Le Mans hace unos meses: dos motores de imanes permanentes síncronos que en conjunto desarrollan más de 600 caballos de fuerza. Pisando a fondo, el prototipo alemán alcanza los 100 km/h en 3,5 segundos, y los 200 km/h en apenas 12 segundos. A diferencia de otros sistemas eléctricos, el del Porsche Mission E puede entregar todo su poder después de múltiples aceleraciones en intervalos cortos. Además, el sistema de tracción integral con Porsche Torque Vectoring y la dirección en las cuatro ruedas asegura un comportamiento muy preciso.
Según la marca, el Mission E recorre el Nordschleife en menos de ocho minutos. Gran parte de su talento en circuito se debe al bajo centro de gravedad, debido a la posición de las baterías, que además están colocadas de manera que el peso se distribuya uniformemente entre el eje delantero y el trasero. Asimismo, el chasis está fabricado en una mezcla de aluminio, acero y fibra de carbono reforzada con polímero.
Hay algo turbo en este no-911: el cargador
Una de las principales novedades del Mission E es su sistema de recarga de 800 voltios. Ocupa el doble de voltaje que los eléctricos de hoy, por lo que los tiempos de recarga son considerablemente menores y tiene cables más ligeros y pequeños. El sistema es denominado Porsche Turbo Charging. Con una carga, el Mission E puede recorrer hasta 500 km. Para hacernos una idea de la rapidez de su sistema, consigue una autonomía de 400 kilómetros con estar enchufado sólo quince minutos.
Probablemente, este prototipo deje más preguntas que respuestas. ¿Será que Porsche irá más allá de los e-Hybrid en los próximos años? ¿Los rumores acerca de un 911 eléctrico son reales? El tiempo lo dirá. Cualquiera que sea el caso, mucha de la importancia del Mission E no recae en su naturaleza eléctrica, sino en la carga tecnológica de sus sistemas de visualización de pantallas en el habitáculo.
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