Con el asfalto corso mojado se
disputó el shakedown previo al comienzo de la 11ª prueba
del Campeonato del Mundo de Rallyes. En estas condiciones, Robert Kubica firmó el mejor tiempo en el corto tramo de pruebas situado a
cinco kilómetros del parque de asistencia, aprovechando el buen rendimiento de los neumáticos Pirelli bajo la lluvia y las sesiones de test realizadas
aprovechando la ausencia del Rally de Australia.
El
polaco, demuestra una vez más que con kilómetros de test que le permitan poner el coche a su gusto y coger confianza que le falta, puede
ser tan rápido como los habituales pilotos del WRC. Más sobre asfalto,
aprovechando toda su experiencia en los circuitos de la Fórmula 1. Kubica lograba al igual que la mayoría de
participantes su mejor tiempo en la tercera pasada, momento en
el que el tramo se encontraba en mejores condiciones. Su crono de 2 minutos y 19 segundos superó en 8 décimas al
de Kris Meeke y
en más de un segundo a los de los pilotos de Volkswagen, Jari-Matti Latvala y
Sébastien Ogier.
Precisamente Latvala ha sido uno de los pocos que ha mejorado al
final del Shakedown, demostrando que su accidente en los test no ha dañado su confianza. Dani Sordo estaba decidido también a conseguir un
buen resultado en una prueba que conoce mejor que los otros pilotos del WRC. El
ganador del Tour de Corse de 2012 consiguió el quinto mejor tiempo,
algo penalizado por la falta de tracción del Hyundai i20 WRC en comparación con
la de los Volkswagen Polo R WRC y del Citroën DS 3 WRC. Destacar el buen tiempo de Kevin Abbring, el
cual se había situado por delante de Thierry Neuville, mientras que Evans, Tänak y
Paddon estaban pagando por ahora su inexperiencia en un terreno en el que no han
corrido nunca. Todos ellos no han logrado meterse dentro del Top 10, al igual
que Stéphane Lefebvre que ganó la edición de 2014 dentro
del Campeonato de Europa Júnior.
Precisamente el rally que
menos tramos tiene del mundial prometía hacerse muy largo a los pilotos. Las
lluvias que por la tarde se instalaban en Cerdeña, justo al sur de Córcega, llegaron a la noche a la isla corsa y dejaron las carreteras bastante delicadas e incluso algunos enlaces
anegados. En estas condiciones de lluvia, los
neumáticos Pirelli han demostrado tener el rendimiento de antaño,
permitiendo a un valiente Robert Kubica igualar el tiempo marcado por Sébastien
Ogier y colocándose como primer líder del Rallye de Francia. Sin embargo, la primera
sorpresa la daba Thierry Neuville, el
cual sufría un toque con la parte trasera de su Hyundai i20 WRC contra un
puente y dañaba
la suspensión trasera, teniendo que abandonar después de sólo 1,2 kilómetros de
competición. De nuevo una actuación del belga que termina antes de tiempo y que complica el
objetivo de Hyundai de
cosechar el segundo puesto en el Campeonato de Marcas por detrás de la
imbatible Volkswagen.
En solitario se quedaba entonces Dani Sordo,
que conseguía el cuarto mejor tiempo por detrás de Sébastien Ogier, Robert
Kubica y Jari-Matti Latvala. El cántabro cedía 12,1 segundos respecto a los dos
líderes del rally, pero era de largo el mejor Hyundai colocado, con Kevin Abbring séptimo y Hayden
Paddon fuera completamente de ritmo cediendo 1,86 segundos por kilómetro. Destaca ver como dos jóvenes
promesas como Ott Tänak o
Stéphane Lefebvre se les había atragantado esta primera especial sobre la lluvia, mientras que Mads
OStberg, quinto y Elfyn Evans, sexto se encuentran justo detrás de todo un
especialista sobre el asfalto como es Dani Sordo.
No se pudo disputar el segundo
tramo del día y el tercero se vio seriamente amenazado, pero al final tres
cuartos de hora de retraso bastaron para que la primera etapa del Tour de Corse
se pudiera cerrar en condiciones de competición. Elfyn Evans y Daniel Barritt lideraban la mítica
prueba mediterránea tras
dar un puñetazo sobre la mesa en la difícil primera pasada de la prueba por
Francardo–Sermano. Tras una temporada bastante
discreta, Evans ha hecho un poco como Mads Ostberg en el Catalunya 2012 y ha
aprovechado una durísima jornada del viernes por culpa de la lluvia para
auparse al liderato sobre asfalto, viéndose beneficiado tanto por el orden de
salida como por los pinchazos de
dos candidatos a marcar grandes cronos en el tramo vespertino:
el campeón Sébastien Ogier y Dani Sordo, que llegó a meta desesperado después
de desllantar y tirar por la borda lo que apuntaba a ser un gran registro.
Evans no fue el único joven
que brilló, pues Kevin Abbring se quedó a diez segundos del crono del galés de
M-Sport y ambos encabezaban la clasificación general, en la que Jari-Matti
Latvala se situaba tercero a 23 segundos pese a que su ritmo parecía a años luz
del de Sébastien Ogier, quien finalmente cedió minuto y medio y era décimo. Robert Kubica aguantó mejor el golpe y era quinto,
en medio de un grupo en torno a los 40 segundos de la cabeza de carrera y
formado por Ostberg, el polaco, Sarrazin, Mikkelsen y Meeke. Dani Sordo por su
parte tendría que tirar de heroica para salvar los muebles de Hyundai de cara al
Mundial de Constructores, pues era 14º a dos minutos. No ha habido más tramos desde
el tercero en el que Elfyn Evans lograba el scratch y se iba a la asistencia como primer
líder del Rally de Francia 2015, sin embargo, la fiabilidad mecánica del Volkswagen Polo R WRC le
ha vuelto a pasar factura a Sébastien Ogier, tal y como ocurrió
en su anterior abandono en Argentina.
El recientemente proclamado tricampeón
del Mundo de Rallyes se ha detenido en el enlace hacía el parque de asistencia
para tratar de resolver los problemas con el cambio que acosaban su unidad, pero finalmente no ha podido
solucionarlos. El de Gap llegaba a Córcega
con el único objetivo de lograr la octava victoria de la
temporada y
agradecer a sus paisanos el apoyo recibido durante la temporada en la que ha
conseguido su tercer título mundial consecutivo. Sin embargo, estos problemas
mecánicos han dejado al de Volkswagen fuera de carrera y le obligarían a reengancharse
por medio del Rally2 ya
sin ninguna posibilidad de victoria.
Y es que lo que comenzaba
con un scratch
compartido con Robert Kubica en el primer tramo, se ha ido al
traste en la segunda especial por un pinchazo. Aun así, el de Volkswagen,
acompañado por Julien Ingrassia ha conseguido parar a cambiar el neumático
afectado y reemprender la marcha habiendo perdido poco más de minuto y medio.
Clara muestra de que su ritmo estaba siendo superior al del resto. Todavía le quedaban dos largos días por delante.
Ya con los tramos secos se ha
reanudado el Rally de Córcega con la suspensión de la primera
especial, muy delicada debido a los desprendimientos y a que la gran cantidad
de precipitaciones había dañado mucho el asfalto, y un segundo tramo en el que
el barro ha sido protagonista. Sin la amenaza de la lluvia, que puede igualar
un poco la diferencia de monturas, los
Volkswagen Polo R WRC han vuelto a despuntar, consiguiendo meterse los tres pilotos
del equipo alemán entre los tres primeros. Jari-Matti Latvala era el piloto mejor colocado para atacar la
posición de privilegio de Elfyn Evans. El piloto de M-Sport,
natural de Gales y acostumbrado a las condiciones meteorológicas,
se dejaba 21,2 segundos por el camino, pero conseguía mantener el liderato un
tramo más por sólo 1,7s. A falta de un tramo más esta jornada, lo más lógico es
que el finlandés de Volkswagen terminara líder la jornada con Andreas Mikkelsen ya en disposición de asaltar el
segundo puesto de
Evans al inicio de la jornada del domingo.
Kevin Abbring también había cedido mucho terreno y pasó de ser segundo a caer hasta la cuarta posición
con casi medio minuto perdido con los dos primeros pilotos y con la amenaza de Kris Meeke ya a sólo 14 segundos.
Precisamente el norirlandés volvía a poner las cosas en su sitio con su
compañero de equipo, Mads Ostberg, superándolo en la general para alcanzar la
quinta posición, mientras que Abbring era el piloto de Hyundai mejor clasificado, con Hayden Paddon
octavo y Dani Sordo 11º tras recuperar dos posiciones en un tramo. Stéphane Sarrazin, que
había realizado una gran actuación bajo la lluvia, empezaba a notar las carencias de su Ford Fiesta RS WRC con
especificaciones antiguas. Justo por delante había terminado
Thierry Neuville, el cual le ha tocado salir primero al tramo y sin encontrar
ritmo, ayudado por su crisis de confianza, se ha dejado más de 40 segundos
respecto al scratch. 40,8
segundos en 36,4 kilómetros es un goteo preocupante para un piloto que suele ir muy rápido
sobre esta superficie.
Tan sólo la espiral negativa en la que se encuentra el
belga durante esta temporada o que haya tenido que limpiar la primera capa
superficial del tramo explica la pérdida de tantos segundos. Con asfalto seco y limpio y
con un tramo similar a los que nos encontramos en el Rally de Catalunya, los Volkswagen han salido a sembrar el caos gracias a su potencia, tracción y
estabilidad. Jari-Matti Latvala se ha encargado de marcar el scratch, pero la
nota de color la ha puesto Elfyn Evans,
logrando aguantar el golpe del finlandés y quedándose a sólo dos segundos del
piloto del Polo R WRC a falta de los tres tramos con los que se cerraba el
Rally de Córcega.
Lo cierto es que el galés, Campeón de la WRC Acedemy en 2012,
no estaba teniendo su temporada más brillante, sin embargo, a su scratch bajo la lluvia, tiene que sumar una gran
actuación al volante del Ford Fiesta RS WRC Mk.II sobre asfalto seco y una especial de
pilotos que saben encontrar el punto de frenada perfecto. También los
neumáticos estaban siendo clave, quejándose los equipos privados suministrados
por Pirelli de que era prácticamente imposible hacer correr el coche en estas
condiciones de seco, justo un tramo después de que Robert Kubica tuviera que retirarse tras sufrir dos
pinchazos en la
segunda especial.
En Volkswagen estaban contentos a la postre por el
liderato de Latvala, pero vuelve a preocupar que el Polo R WRC
sufre algunos problemas con la caja de cambios, en teoría similares a los que
llevaron a Sébastien Ogier a abandonar camino del parque cerrado.
El tercero en discordia, Andreas
Mikkelsen, cedía tiempo respecto a Evans, diciendo
prácticamente adiós a la posible lucha por la segunda posición. También es
cierto, que con 28,8 segundos de ventaja y estos tramos tan largos, el piloto
de M-Sport no se podía relajar si le quiere dar una gran alegría a Malcolm
Wilson en forma de segundo puesto. Aun así, podemos decir que ha ahuyentado
los fantasmas que lo acompañaron en Finlandia y Australia y está dando un paso
importante para seguir en 2016.
Mucho más tranquilos estaban los dos pilotos de Citroën que se encontraron con un rally muy de
cara después del pinchazo sufrido por Dani Sordo y el accidente de Thierry
Neuville. Los de los dos chevrones tan sólo tenían que acabar y tratar de superar a un inexperto en el WRC Kevin Abbring para
llevarse un importante número de puntos de cara a atar la segunda plaza en el
Campeonato de Marcas. Por su
parte, Sordo lucha por meterse en el Top Ten, teniendo incluso
posibilidades de escalar hasta el octavo puesto, ocupado por Bryan Bouffier, el
cual estaba a menos de medio minuto. En los 48 kilómetros del Muracciole – Col
de Sorba, el cántabro había conseguido meter más de medio minuto a Sarrazin y 15
segundos a Bouffier, por lo que no es nada disparatado.
No hubo sorpresa y Jari-Matti
Latvala se convirtió en el segundo finlandés en imponerse en el Tour de Corse tras confirmar su triunfo junto a Miikka Anttila en
la edición 2015 del Rallye de Francia. El piloto de Volkswagen
fue considerablemente más rápido que Elfyn Evans en los tres tramos de la etapa
del domingo, teniendo el galés incluso que preocuparse de Andreas Mikkelsen,
quien finalmente completó el podio a 3,2 segundos del de M-Sport. Con un Latvala claramente
superior a Evans, el mayor interés hubo que buscarlo por detrás. Cierto es que
Mikkelsen no dio caza al británico, pero hubo baile de posiciones tras la salida de pista de Kevin Abbring,
que tiró por la borda un gran rallye hasta ese momento, debiendo abandonar. Aún
así Hayden Paddon rescató un quinto puesto para Hyundai, intercalado en la
clasificación general entre los Citroën de Meeke y Ostberg, excesivamente
conservadores.
Dani Sordo salió a por todas y
demostró que sin el pinchazo de la primera etapa hubiera optado a grandes cosas
en Córcega, pero pudo al menos alcanzar en el último tramo a Bryan Bouffier y
hacerse con el séptimo puesto de la general tras una gran remontada. El
cántabro también optó a cazar puntos en la Power Stage, pero tras quedar por
detrás de Sébastien Ogier y Jari-Matti Latvala, Robert Kubica le arrebató el punto en la especial al hacerse con el segundo puesto, un
mínimo pero justo consuelo para el polaco. Stéphane Sarrazin y Ott Tänak, en lo
que el estonio definió como el peor rally de su carrera, cerraron la zona de
puntos.
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