
El
polaco, demuestra una vez más que con kilómetros de test que le permitan poner el coche a su gusto y coger confianza que le falta, puede
ser tan rápido como los habituales pilotos del WRC. Más sobre asfalto,
aprovechando toda su experiencia en los circuitos de la Fórmula 1. Kubica lograba al igual que la mayoría de
participantes su mejor tiempo en la tercera pasada, momento en
el que el tramo se encontraba en mejores condiciones. Su crono de 2 minutos y 19 segundos superó en 8 décimas al
de Kris Meeke y
en más de un segundo a los de los pilotos de Volkswagen, Jari-Matti Latvala y
Sébastien Ogier.

Precisamente el rally que
menos tramos tiene del mundial prometía hacerse muy largo a los pilotos. Las
lluvias que por la tarde se instalaban en Cerdeña, justo al sur de Córcega, llegaron a la noche a la isla corsa y dejaron las carreteras bastante delicadas e incluso algunos enlaces
anegados. En estas condiciones de lluvia, los
neumáticos Pirelli han demostrado tener el rendimiento de antaño,
permitiendo a un valiente Robert Kubica igualar el tiempo marcado por Sébastien
Ogier y colocándose como primer líder del Rallye de Francia. Sin embargo, la primera
sorpresa la daba Thierry Neuville, el
cual sufría un toque con la parte trasera de su Hyundai i20 WRC contra un
puente y dañaba
la suspensión trasera, teniendo que abandonar después de sólo 1,2 kilómetros de
competición. De nuevo una actuación del belga que termina antes de tiempo y que complica el
objetivo de Hyundai de
cosechar el segundo puesto en el Campeonato de Marcas por detrás de la
imbatible Volkswagen.

No se pudo disputar el segundo
tramo del día y el tercero se vio seriamente amenazado, pero al final tres
cuartos de hora de retraso bastaron para que la primera etapa del Tour de Corse
se pudiera cerrar en condiciones de competición. Elfyn Evans y Daniel Barritt lideraban la mítica
prueba mediterránea tras
dar un puñetazo sobre la mesa en la difícil primera pasada de la prueba por
Francardo–Sermano. Tras una temporada bastante
discreta, Evans ha hecho un poco como Mads Ostberg en el Catalunya 2012 y ha
aprovechado una durísima jornada del viernes por culpa de la lluvia para
auparse al liderato sobre asfalto, viéndose beneficiado tanto por el orden de
salida como por los pinchazos de
dos candidatos a marcar grandes cronos en el tramo vespertino:
el campeón Sébastien Ogier y Dani Sordo, que llegó a meta desesperado después
de desllantar y tirar por la borda lo que apuntaba a ser un gran registro.

El recientemente proclamado tricampeón
del Mundo de Rallyes se ha detenido en el enlace hacía el parque de asistencia
para tratar de resolver los problemas con el cambio que acosaban su unidad, pero finalmente no ha podido
solucionarlos. El de Gap llegaba a Córcega
con el único objetivo de lograr la octava victoria de la
temporada y
agradecer a sus paisanos el apoyo recibido durante la temporada en la que ha
conseguido su tercer título mundial consecutivo. Sin embargo, estos problemas
mecánicos han dejado al de Volkswagen fuera de carrera y le obligarían a reengancharse
por medio del Rally2 ya
sin ninguna posibilidad de victoria.

Ya con los tramos secos se ha
reanudado el Rally de Córcega con la suspensión de la primera
especial, muy delicada debido a los desprendimientos y a que la gran cantidad
de precipitaciones había dañado mucho el asfalto, y un segundo tramo en el que
el barro ha sido protagonista. Sin la amenaza de la lluvia, que puede igualar
un poco la diferencia de monturas, los
Volkswagen Polo R WRC han vuelto a despuntar, consiguiendo meterse los tres pilotos
del equipo alemán entre los tres primeros. Jari-Matti Latvala era el piloto mejor colocado para atacar la
posición de privilegio de Elfyn Evans. El piloto de M-Sport,
natural de Gales y acostumbrado a las condiciones meteorológicas,
se dejaba 21,2 segundos por el camino, pero conseguía mantener el liderato un
tramo más por sólo 1,7s. A falta de un tramo más esta jornada, lo más lógico es
que el finlandés de Volkswagen terminara líder la jornada con Andreas Mikkelsen ya en disposición de asaltar el
segundo puesto de
Evans al inicio de la jornada del domingo.

Tan sólo la espiral negativa en la que se encuentra el
belga durante esta temporada o que haya tenido que limpiar la primera capa
superficial del tramo explica la pérdida de tantos segundos. Con asfalto seco y limpio y
con un tramo similar a los que nos encontramos en el Rally de Catalunya, los Volkswagen han salido a sembrar el caos gracias a su potencia, tracción y
estabilidad. Jari-Matti Latvala se ha encargado de marcar el scratch, pero la
nota de color la ha puesto Elfyn Evans,
logrando aguantar el golpe del finlandés y quedándose a sólo dos segundos del
piloto del Polo R WRC a falta de los tres tramos con los que se cerraba el
Rally de Córcega.

En Volkswagen estaban contentos a la postre por el
liderato de Latvala, pero vuelve a preocupar que el Polo R WRC
sufre algunos problemas con la caja de cambios, en teoría similares a los que
llevaron a Sébastien Ogier a abandonar camino del parque cerrado.
El tercero en discordia, Andreas
Mikkelsen, cedía tiempo respecto a Evans, diciendo
prácticamente adiós a la posible lucha por la segunda posición. También es
cierto, que con 28,8 segundos de ventaja y estos tramos tan largos, el piloto
de M-Sport no se podía relajar si le quiere dar una gran alegría a Malcolm
Wilson en forma de segundo puesto. Aun así, podemos decir que ha ahuyentado
los fantasmas que lo acompañaron en Finlandia y Australia y está dando un paso
importante para seguir en 2016.

No hubo sorpresa y Jari-Matti
Latvala se convirtió en el segundo finlandés en imponerse en el Tour de Corse tras confirmar su triunfo junto a Miikka Anttila en
la edición 2015 del Rallye de Francia. El piloto de Volkswagen
fue considerablemente más rápido que Elfyn Evans en los tres tramos de la etapa
del domingo, teniendo el galés incluso que preocuparse de Andreas Mikkelsen,
quien finalmente completó el podio a 3,2 segundos del de M-Sport. Con un Latvala claramente
superior a Evans, el mayor interés hubo que buscarlo por detrás. Cierto es que
Mikkelsen no dio caza al británico, pero hubo baile de posiciones tras la salida de pista de Kevin Abbring,
que tiró por la borda un gran rallye hasta ese momento, debiendo abandonar. Aún
así Hayden Paddon rescató un quinto puesto para Hyundai, intercalado en la
clasificación general entre los Citroën de Meeke y Ostberg, excesivamente
conservadores.

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