Take the best and make it better. Bajo esta filosofía nace el Rolls-Royce Phantom Serenity, una edición especial que lleva el individualismo y la personalización a un nuevo nivel de lujo gracias a la utilización de materiales de alta calidad, como la seda y maderas de diferentes procedencias.
Para dar vida al peculiar habitáculo del Serenity, Rolls-Royce recurre a sus archivos para inspirarse en los modelos de la casa de la primera década del siglo pasado. Su intención es compartir su patrimonio con sus actuales clientes, pero con un estilo contemporáneo que se vale de un concepto oriental para ir a juego con el uso de seda.
La intención del Rolls-Royce Phantom Serenity es crear un espacio armonioso y tranquilo, donde el mundo exterior y el tiempo simplemente sigan su curso mientras el ocupante de las plazas traseras disfruta del arte del tapizado que representa los árboles de cerezo característicos de Japón, que en la cultura oriental ha sido utilizado para la vestimenta de la realeza. Los asientos, cual balcones, se elevan en la parte trasera del habitáculo; están fabricados en un tipo de madera muy raro: cerezo ahumado. En total se empeñan 600 horas para instalar todos estos materiales en el interior del Serenity.
El color de la carrocería también es muy especial. El Phantom Serenity lleva la pintura más costosa que Rolls-Royce haya creado hasta el momento; está compuesta por perlas y ha sido pulida durante 12 horas para alcanzar el singular brillo que se puede apreciar en las fotografías.
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