
De hecho, uno de los argumentos de la gente de Goodyear estriba en que como el Triple Tube permite que el neumático anticipe la forma que debe adoptar antes de entrar en una curva, este nuevo neumático podría montarse en los vehículos autónomos del futuro. O sea, que no será para mañana ni para pasado mañana.
El neumático varía su presión de inflado de forma automática en función de tres posiciones posibles, dependiendo de las características de la carretera:
- Posición Eco/Safety, que ofrece una menor resistencia a la rodadura al optimizar la distribución de la rigidez del neumático. Esta configuración da como resultado una mayor huella sobre la carretera, por lo que es idónea para mejorar el frenado en seco.
- Posición deportiva, que ofrece un buen manejo en seco, gracias a una superficie de contacto que se presenta en forma cónica activa.
- Posición de seguridad sobre mojado, que aporta resistencia en caso de aquaplaning a través de una banda de rodadura elevada en el centro del neumático. Además, esta posición amplía el diámetro de neumático, de manera que ofrece una huella más estrecha en contacto con la carretera.


Este neumático está fabricado en sílice derivado de la cáscara de arroz, un procedimiento que Goodyear ya utiliza en la actualidad. Además, el flanco del Triple Tube se puede personalizar estéticamente. Y no, no llegará a producción porque su misión es, además de fomentar la investigación, invitar al debate.
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