Con
los dedos cruzados para que no nos fastidie
la crónica una nueva descalificación de Lucas di Grassi, os contamos
que el brasileño fue el
vencedor del e.Prix de Long Beach 2016. Fue una carrera
bastante insulsa más allá de dos o tres accidentes, pero la jornada en el
mítico trazado urbano de California dejó bastantes cosas que contar. Quizá lo
más destacado sea el desastre protagonizado por los grandes dominadores de la
Fórmula E esta temporada, Renault e.DAMS.
En
un trazado tan corto y de medias de velocidad tan altas como el de Long Beach
la lucha por la pole fue bastante divertida. Hubo tortas para entrar en la Superpole pues entre el cuarto y el octavo
clasificado por grupos no hubo ni una décima de diferencia. Así finalmente se
colaron en la pelea por la pole position Sam Bird con un tiempazo, António
Felix da Costa, Nick Heidfeld, Lucas di Grassi y Stéphane Sarrazin.
Bird
no pudo repetir el tiempazo que marcó en la primera ronda de
clasificación, con menos de 57 segundos y encima de los 135 km/h de
media, y ello dio en un primer momento la pole a Da Costa, pero en otro episodio de temporada los comisarios le arrebataron su posición por irregularidad en las presiones de los neumáticos.
El
británico de DS Virgin ocupó así la primera fila junto a Lucas di Grassi y no
falló, para con una gran arrancada separarse ligeramente del brasileño. Sin
embargo pronto el de ABT se pegaría a él como una lapa mientras por detrás
Sébastien Buemi intentaba remontar desde el séptimo puesto en parrilla. Y
tantas ganas tenía de alcanzar a los de cabeza que en la célebre
horquilla final de Long Beach se comió la trasera del monoplaza de Robin Frijns,
víctima totalmente inocente. A ambos les enseñaron banderas negras y naranja,
hubieron de cambiar de coche y encima se impuso un drive through al suizo, que
se centró el resto de la carrera en obtener los dos puntos de la vuelta rápida.
Poco
más tarde Lucas di Grassi lanzó su ofensiva sobre Sam Bird, quien no opuso una
gran resistencia y terminó cayendo poco antes de que empezara el baile de
paradas programadas. En ella llegaría otro absurdo error por parte de Renault
e.DAMS, pues Nicolas Prost, situado entre los cinco primeros, no cumplió con el
tiempo mínimo de parada y recibió otro drive through. Por delante DS Virgin se
arriesgó a un unsafe release de libro con tal de que Bird saliera pegado a Di
Grassi y en ese intento por seguir de cerca al brasileño se pasó de frenada
segundos más tarde y acabó impactando contra las barreras de neumáticos.
Bird
pudo seguir adelante, pero cayendo al sexto puesto por detrás de los
Mahindra de Heidfeld y Senna, quienes alargaron su primer relevo una vuelta más que el resto,
colocándose así a las puertas del podio. La carrera parecía vista para
sentencia, con Di Grassi solo en cabeza y grandes diferencias entre él,
Sarrazin y Abt, que completaban el podio, pero un fuerte accidente de Nelsinho
Piquet en la chicane obligó a la salida del Safety Car.
Este
se retiró a tres vueltas del final y pese a la emoción que siempre da una
circunstancia así, las posiciones apenas variaron. Victoria para Di Grassi
seguido del Venturi de Sarrazin, un merecido premio para el único que ha
puntuado en todas las carreras de este año, y Abt, con los Mahindra cuarto y quinto, Sam Bird
sexto y los Dragon Racing más discretos que de costumbre en séptima y octava posición. Simona de Silvestro se convirtió en la primera mujer que
puntúa en Fórmula E al
finalizar novena, puesto que alcanzó gracias a un error de Jean-Éric Vergne en
la parte final. Lo cierto es que no fue la mejor carrera de la helvética pese a
todo. Cerró la zona de puntos Mike Conway.
Fuera
de la zona de puntos todo parece un parte de guerra. Tras su drive through,
Nicolas Prost se clasificó 11º, seguido de Oliver Turvey, Jean-Éric Vergne,
Salvador Durán, Robin Frijns y Sébastien Buemi, que minimizó pérdidas
con los dos puntos de la vuelta rápida. António Felix da Costa
ni siquiera pudo ver la bandera a cuadros pese a que remontó hasta la zona de
puntos.
Con
este resultado Lucas di Grassi le arrebata el liderato del campeonato a Sébastien
Buemi por un solo punto, mientras que ABT se queda a seis de e.DAMS en la
clasificación por equipos. Lo increíble es que tras seis carreras y con el
motor Renault demostrando una superioridad insultante con respecto al resto,
tanto el equipo galo como sus pilotos parezcan dispuestos carrera sí, carrera también a
explorar nuevas formas de perder el campeonato de la manera más tonta.
Y lo cierto es que no quedaría nada bien que hicieran el ridículo en casa,
dentro de tres semanas, en el estreno de París en el calendario de la Fórmula
E.
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