En nuestra búsqueda de la personalización y del apartarnos de los gustos corrientes podemos cambiar de color nuestro coche. Ya hemos visto que hay efectos de pintura muy chulos, como la pintura mate, pero la lista de inconvenientes se me hace demasiado grande, especialmente el precio. No solo eso, aunque queramos pintar entero un coche blanco estándar, difícilmente bajará de 1.000 euros, pero hay una interesante alternativa: el vinilado. Se puede usar también como una forma de personalización, como el que se pone un tatuaje, pero con efectos secundarios mucho más nimios, o directamente ninguno. Para el que nunca haya oído hablar de los vinilos, son como pegatinas gigantes, que pueden cubrir piezas enteras del coche o el coche por completo. Enfrentando los costes de pintura y de vinilar, esta última opción suele ser más económica. Como queramos algo rarito como carbono o mate, ahorraremos mucho dinero.
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