Con el calor
del verano es más
fácil encontrarse con esta escena: alguien quiere dejar el coche lo más
cerca posible de la toalla y luego no es capaz de sacarlo de la trampa de arena o la cuneta en la que lo ha aparcado, o va de paseo al monte y no puede sacar el coche de la zanja en el que se ha encajado. La mayoría de los problemas fuera del asfalto suceden por carecer de un poco de sentido común.
Aunque tu
coche no sea un 4×4 sí puede llevarte a ciertos lugares donde no llega el
asfalto, siempre que tengas en cuenta algunas precauciones. Aquí te damos 10 consejos para poder llegar a
ese lugar pintoresco sin
problemas. El más importante es común para cualquier tipo de coche y para todas las situaciones: sé respetuoso con el medio y no estropees el entorno en el que
te encuentres, circula despacio y
no molestes ni a las plantas ni a los animales.
Otra cosa
que debes tener en cuenta es la letra pequeña de la póliza del seguro del coche. La
mayoría de ellas no ofrece cobertura de ningún tipo en cuanto el vehículo
abandona el asfalto. Si
sufres cualquier avería, tendrás que buscarte la vida para salir del
problema, porque no tienes asistencia en
carretera.
En caso de vuelco o siniestro,
tampoco tendrás cobertura legal ni económica. Si estás en una zona
concurrida y tienes la mala suerte de tener un golpe con otro vehículo, la
compañía de seguros se lavará las manos en cuanto lea que el siniestro se ha
producido fuera del asfalto y serás tú, con tu patrimonio, quien responda por los daños, tanto materiales como personales.
Consejos para salir del asfalto con un turismo
Algo para remolcar: lleva en el maletero una eslinga o una cuerda lo bastante
fuerte como para poder tirar del coche, por si fuese necesario que te echen un
cable para salir de un apuro.
La rueda
de repuesto: ten en cuenta si tu vehículo tiene o no rueda de repuesto. En el caso de no
contar con ésta y tener un simple kit
de reparación, mucho cuidado si vas a circular por caminos con piedras
sueltas.
Peligro en la orilla: los que vivimos en la costa atlántica lo sabemos bien, pero los del
interior y de la costa
mediterránea no están acostumbrados a las fuertes mareas, con pleamares y bajamares de varios metros de
diferencia. Evita aparcar el coche demasiado cerca de una orilla para no encontrártelo flotando cuando llegues.
Aparcar en la playa: muchos quieren aparcar en primera línea de playa y es fácil quedarse atrapado en la arena. Si te sucede y
al intentar salir tu coche patina, no insistas ni aceleres demasiado: te
enterrarás cada vez más y más. Coloca una alfombra o una toalla bajo la rueda y
trata de salir suavemente, sin
apenas acelerar. Si no puedes, tendrás que pedir ayuda para que te empujen o que tiren de ti con otro
coche. Otro problema que suele suceder es que, también por querer aparcar cerca
de la playa, dejemos el coche en la orilla de un camino, metido en una cuneta.
En estas circunstancias, el
vehículo queda con el peso apoyado en las ruedas de un lado, dejando sin carga
las del contrario. Al querer salir de la cuneta, la rueda sin peso no tiene adherencia y
por efecto del diferencial no podemos salir. Aparca
tu automóvil de forma que las ruedas de tracción estén lo más planas posible y no gires demasiado la dirección
para salir de la cuneta. Intenta sacar el coche cuesta abajo; si no es posible,
tendrás que pedir ayuda.
La presión
de las ruedas: la principal limitación de un turismo para salir del
asfalto es la altura libre al
suelo y la suspensión. Sube
la presión de los neumáticos medio bar, ganarás unos milímetros de
altura libre y reducirás el riesgo de pinchar una rueda.
Esquivar las piedras: ojo con las piedras grandes en los caminos. Por
temor a doblar una llanta o estropear la suspensión, tenemos el instinto de no
pasar con las ruedas por encima y las esquivamos. Pasar el coche por un lado de
la piedra es la mejor solución, pero jamás intentes dejarla entre las ruedas:
lo más probable es que dé un golpe en el cárter o en el diferencial y provoques
una avería grave.
Evita las roderas: como la altura libre al suelo es escasa, evita circular por las roderas. Lleva al
menos las ruedas de un lado por la parte alta del camino, así ganarás altura
libre y evitarás dar golpes en los bajos del coche, disminuyendo la probabilidad de sufrir una avería.
Riesgo de incendio: no aparques tu vehículo sobre hierva seca o maleza.
Al estar más bajo que un 4×4 y tener elementos como el catalizador a mucha
temperatura, podemos provocar un incendio.
Frenar sobre gravilla: mucho cuidado con el ABS cuando circulas por un camino sin asfaltar, aunque esté
muy bien nivelado. Si el piso es bueno, hay mucha tentación de empezar a subir
la velocidad, pero sobre este tipo de superficies el ABS detecta que las ruedas
patinan y el coche apenas frena. Las distancias
de frenado son enormes si avivamos el ritmo y es fácil que nos
acabemos saliendo del camino.
Deja sitio: respeta el entorno y ten en cuenta a la hora de
aparcar el coche que los caminos son para transitar por ellos. Deja espacio
para que puedan pasar los tractores y máquinas forestales.
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