
En
el accidente, que terminaba con el Hyundai
descansando sobre la puerta del copiloto, se ha visto afectado
un espectador, aunque en principio parecía que no ha sido directamente por
el choque de Paddon contra una de las cunetas, las imágenes demuestran que la
trasera sí impactaba con el aficionado, pésimamente colocado en el exterior de
la curva y a la altura de la carretera. Debía ser evacuado en helicóptero. Con
el i20 WRC bloqueando el tramo, los comisarios se han visto obligados a sacar
la bandera roja y cancelar la primera especial del Rallye de
Monte-Carlo 2017.

Eso
sí, en lo estrictamente deportivo esta primera
especial competitiva del nuevo reglamento World Rally Car no pudo dar mejor
resultado: los cuatro WRC se colocaron en las cuatro primeras
posiciones. Pese a tener que tomar la salida intercalado entre los
participantes de la categoría WRC2 por cambios en el orden de salida tras la
cancelación, Juho Hänninen sacó máximo provecho de su monta de superblandos y
se colocó tercero. El finlandés de Toyota se quedó a 15 segundos de Neuville y
batió por ocho décimas al Citroën C3 WRC de Kris Meeke. De
todos modos la peor noticia para Citroën fueron los problemas sufridos por Stéphane Lefebvre en el segundo C3 WRC a raíz de una
salida de carretera. Por el contrario Craig Breen brilló al volante del DS 3 WRC
de 2016 al batir tanto a Dani Sordo, a quien la elección de neumáticos blandos
probablemente retrasó en los últimos metros de la especial, helados, como a
Jari-Matti Latvala y el otro Toyota Yaris WRC en liza.
Después
del triste inicio con la confirmación del fallecimiento del espectador envuelto en el accidente, el Rallye de Monte-Carlo no ha tenido otro remedio
que continuar con la competición. Hyundai Motorsport retiraba en señal de duelo la
unidad de Hayden Paddon de la competición tras el
fallecimiento de un espectador español de 50 años. Con
condiciones de hielo y nieve, la monta estaba clara para todos: 6 neumáticos
con clavos para tratar de encontrar el grip que no había en el bucle de la
mañana. Sébastien
Ogier era el primero en enfrentarse a estas duras condiciones,
solventando el primer tramo con una pequeña salida de pista que le dejaba
enganchado en una zanja durante casi 40 segundos. Con
esta incidencia, Neuville ampliaba su ventaja al frente de la general, con Ott
Tänak logrando el primer scratch para el Ford Fiesta RS WRC 2017.
El estonio se
mostraba muy rápido durante toda la mañana y tras las dos primeras especiales
se colocaba como principal alternativa al belga de Hyundai, mientras que Juho
Hänninen se destapaba como especialista en estas condiciones, superando a Sébastien
Ogier y aupando al Toyota al tercer puesto de la clasificación
provisional. Por su parte, el tercer Fiesta, el de Elfyn Evans, también sufría
una salida de pista en el mismo punto que el tetracampeón, este dejándose casi
dos minutos. Peor
comienzo tenía Citroën. La firma de los dos chevrones, llamada a ser una de las
grandes favoritas a suceder a Volkswagen, se encontraba con la dura realidad de
que en sólo
cuatro tramos perdía a sus dos únicas unidades de 2017. Stéphane
Lefebvre sufría una salida de pista en la que dañaba el embrague tratando
de regresar a la carretera, lo que suponía tener que reengancharse por
Rally2. En el caso de Kris Meeke, un toque dañaba la suspensión delantera
izquierda del C3 WRC y le dejaba fuera de carreteras.

Llegados
al final de la jornada del viernes en el Rallye de Monte-Carlo el máximo
favorito de cara al triunfo era Thierry Neuville, que mantenía una
cómoda ventaja al frente de la general, pero la peor noticia para el jefe de
filas de Hyundai era que Sébastien Ogier y su Ford Fiesta WRC habían despertado: el francés protagonizó los dos últimos scratchs de
la etapa, sobre una superficie muy deslizante por la nieve
derretida, para colocarse segundo a 45 segundos de Neuville. El belga caló en
el último tramo y perdió algo de tiempo al no reactivarse el turbo de su i20. La
lucha por el podio estaba más o menos clara, con los Fiesta WRC de Ogier y Tänak
apenas separados por unas décimas, después de los abandonos de Kris Meeke y Juho Hänninen por salida de
carretera. La agradable sorpresa que representaba el rendimiento de los Toyota fue disipándose con el paso de los tramos, pues
Jari-Matti Latvala estaba ya a más de dos minutos de Thierry Neuville después de un par
de trompos en el último tramo del día.

La
monta estaba clara, la mayoría
de los pilotos salían con cuatro neumáticos con clavos como elección principal, esperando encontrar zonas
con hielo y nieve. Difícil encontrar confianza en ocasiones tal y como
demostraba nuevamente Dani Sordo,
con cronos muy alejados de los de su compañero de equipo en un terreno en el que el cántabro se ha
defendido históricamente muy bien. El
piloto de Hyundai cedía incluso su quinta posición respecto a Craig Breen en el
primer tramo del día, aunque conseguiría
recuperarla al final del bucle. Recordemos que el irlandés
disputa el Rallye de Monte-Carlo 2017 al volante de un Citroën
DS 3 WRC ya que todavía no está lista la tercera unidad del C3 WRC. Tampoco se
han mostrado tan rápidos los Toyota Yaris WRC, e incluso Juho Hänninen dañaba seriamente los elementos
aerodinámicos de
la parte trasera tras un toque.

Cuando
todo parecía soplar a favor de Thierry Neuville lo que en principio parecía un pinchazo y terminó siendo una avería en
la suspensión de
su Hyundai ha acabado con buena parte del gran trabajo del belga en este
Monte-Carlo 2017. La última especial de la jornada del sábado dio así el
liderato de la prueba a Sébastien Ogier y dejó fuera de la lucha por la
victoria a su gran rival tras un toque. Tras
un par de tramos a mediodía en los que pese a los mayores esfuerzos de
Sébastien Ogier la situación de la clasificación general apenas varió, el 13º tramo fue horroroso para Hyundai:
primero Dani Sordo perdió la dirección asistida en una curva de alta velocidad
y luego Neuville tuvo que parar por los problemas en su rueda delantera
izquierda y decir adiós a su liderato. El belga completó el tramo con media
hora perdida tras realizar una reparación de emergencia.

No
han hecho un rally perfecto en su debut montados en uno de los Ford Fiesta WRC
de M-Sport, pero dos errores no han sido suficientes para evitar que Sébastien Ogier y Julien Ingrassia arrancaran su
defensa del título mundial como mejor lo saben hacer, ganando.
Ya son cinco los triunfos que acumulan en el Monte-Carlo y sólo tienen por
delante de ellos en el palmarés a Sébastien Loeb y Daniel Elena, con dos
victorias más. El
suceso clave de la última etapa del Monte-Carlo fueron los problemas de motor
que sufrió Ott Tänak. El estonio se quedó a dos o tres cilindros, se dejó un
mundo en el primer bucle y además penalizó por retraso al tratar de realizar
una reparación de emergencia. Sólo la anulación del 16º tramo por público mal
colocado vino a sonreírle ligeramente, aunque para entonces el segundo puesto
ya estaba perdido a favor de Jari-Matti Latvala: sí, el proyecto Toyota por el
que pocos dábamos un duro empieza con podio.

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