SheTaxis es uno de esos servicios llamados a revolucionar, aún más, el sector del taxi. De momento comenzará a operar en Nueva York el 16 de septiembre, pero si la idea tiene éxito podemos irnos preparando para un mundo en el que uno pide un taxi específico para señoras, y al cabo de nada lo tiene ante su puerta. Todo, vía aplicación móvil.
En la ciudad de Nueva York, al SheTaxis se le denominará SheRides por las regulaciones que tiene allí la palabra taxi, pero la idea será la misma que para el condado de Westchester o para Long Island, donde SheTaxis funcionará bajo ese nombre: procurar que las clientas se sientan a gusto, eliminando al conductor masculino del taxi y garantizando que el servicio será prestado por una conductora.
El proyecto despierta interés entre la clientela potencial, pero presenta un problema mayúsculo si tenemos en cuenta el porcentaje real de mujeres dedicadas al transporte de pasajeros en vehículos de este tipo. De las casi 60.000 licencias de alquiler con conductor que se mueven cada día por Nueva York, incluyendo limusinas, taxis y sedanes de lujo, sólo 2.952 están en manos de mujeres. Es decir, un 5% del total. Si echamos un ojo a los clásicos yellow cabs, ese porcentaje se desploma hasta el 1%. De 51.874 taxistas, sólo 574 son mujeres.
Aunque lo de SheTaxis se presenta ahora como una novedad, no es infrecuente que los clientes neoyorkinos pidan que su conductor reúna ciertas características; por ejemplo, que sea una mujer. Miriam Malave es taxista desde hace una treintena de años, y afirma que a veces no da abasto con las peticiones de carrera con una conductora como ella. Claro, que a sus 54 años todavía tiene que escuchar por parte de sus compañeros varones que ese es un trabajo para hombres.
SheTaxis no cree en esa afirmación, y cuenta con 50 taxistas mujeres de edades comprendidas entre los 21 y los 70 años. La fundadora de esta agencia, casada y madre de dos hijas, pensó que una flota de conductoras le habría sido de utilidad cuando llevaba a sus niñas a las actividades extraescolares. Y de ahí, a crear SheTaxis seguramente influenciada por su marido, que fue fundador de la Federación del Taxi de Nueva York, la asociación que representa unas 30.000 licencias en todo el estado.
En cuanto SheTaxis levante el vuelo, su próximo destino estará en Washington, Miami, Chicago y otras ciudades que durante el próximo año quizá acojan la iniciativa como lo hará Nueva York: entre la curiosidad de contar con taxis pensados para la mujer y la extrañeza de que un servicio así tenga que existir. Ya lo han catalogado como la versión taxi de los gimnasios. Sí.
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