La campaña Turn it Off tiene como objetivo acabar con el mito de que es más económico dejar el coche
al ralentí, esto es, encendido aunque esté parado, que apagarlo cuando no se
está circulando con él. También destaca y expresa en cifras cuáles son las
ventajas económicas, de salud y medioambientales de apagar el coche si se va a estar más de diez
segundos parado.
Si bien es cierto que el encendido requiere una
cantidad adicional de combustible, el encendido electrónico de los coches
modernos minimiza ese consumo extra de combustible en el arranque y
especialmente cuando el motor ya ha cogido temperatura. Según la organización
Sustainable America, a partir de 5 o 10 segundos estando al ralentí el coche
empieza a gastar más combustible del que va a ser necesario utilizar para
volver a ponerlo en marcha.
El principio anterior es el que aprovechan muchos
vehículos modernos para ahorrar combustible desconectando el motor
automáticamente cuando el vehículo se detiene y volviéndolo a encender, también
automáticamente, cuando el conductor se dispone a iniciar la marcha, al quitar
el pie del freno o al pisar el embrague en los coches con cambio manual. Aunque
los vehículos equipados con este sistema de ahorro están adaptados
específicamente para efectuar esos encendidos y apagados continuos.
No obstante, con cualquier vehículo es válido
replantearse en qué situaciones se deja el motor en marcha y cuando merece la
pena apagar el motor. Aunque los cálculos de Sustainable America están hechos
sobre el consumo típico de los coches de EE UU, en general algo más glotones
que los diésel europeos, el ahorro calculado es significativo, y puede rondar
los 100 euros anuales por coche en combustible sólo evitando las paradas más
largas, aquellas que se prolongan más allá de la duración de un semáforo como
por ejemplo cuando se está esperando a alguien o estando en el túnel de lavado.
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