Si
tienes un descapotable seguramente hayas escuchado eso de ahora es
cuando lo vas a disfrutar según
se acerca peligrosamente julio. Tu sonríes, sonrisa de medio lado y asientes
repetidamente, porque no, los descapotables no son para el verano,
de hecho, salvo épocas de huracanes y periodos de lluvias torrenciales es el
peor momento, ¿o es que
acaso hay alguien al que le guste estar bajo sol a las 3 de la tarde
embutido en pleno atasco y sin capota?
Primavera. La primavera es la clave para conducir descapotado. Sí,
tendrás que lidiar con días de lluvia y con algún que otro día de molesto
viento, pero la incidencia del sol será mucho menos molesta y las temperaturas
más llevaderas además de poder combatir el termómetro a golpe de chaqueta y
calefacción, teniendo en cuenta además ciertos sistemas de calefacción con
aireadores en el cuello y los siempre bienvenidos asientos calefactados.
Todos
tenemos en la cabeza esa idílica escena de Costa Azul y la carretera secundaria
de turno, un descapotable y el mediterráneo a nuestros pies, el problema es
cuando dejas atrás esa carretera secundaria y te adentras en pleno atasco y ahí
es donde entra en juego la capota y el bendito aire acondicionado.
No,
los descapotables no son para el verano, son para todo el año y conducir descapotado los días soleados de otoño o
primavera es mucho más placentero que hacerlo en verano, por
eso, la próxima vez que os topéis con un tipo descapotado en pleno febrero no
le miréis raro, con una chaqueta y la calefacción puesta se va estupendamente y
no, si llueve y vas circulando por autopista a ritmos de 120 km/h no entra agua
al habitáculo, aunque quizá, sí, esto ya sea excederse. La única ventaja que tiene el
verano frente a cualquier otra estación son sus noches.
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