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Badenes adaptados a la velocidad


Los badenes son esos molestos resaltos en la calzada que pueblan nuestras calles y carreteras y que pueden tener los días contados, al menos tal y como los conocemos en la actualidad, ya que un inventor español llamado José Antonio Aguilera ha presentado el BIV o Badén Inteligente de Velocidad.
Este revolucionario artilugio se comporta como un badén de los de siempre, haciendo que las cervicales del conductor sufran cada vez que pasas por encima de él pero sólo cuando el vehículo que lo atraviesa supera una cierta velocidad, si vas despacio el badén resulta prácticamente imperceptible. De este modo se busca premiar a los conductores que respeten los límites de velocidad.

El funcionamiento del BIV es muy ingenioso y no requiere de complejos mecanismos técnicos para su funcionamiento. El badén está relleno de un líquido no newtoniano rodeado por una membrana protectora de alta resistencia que es lo que se ve desde fuera y lo que los coches pasan.
El truco está en que este fluido se comporta de diferentes formas dependiendo de la velocidad a la que circule el vehículo. Cuando vas despacio es muy líquido y entonces se hunde al pasar las ruedas por encima mientras que cuando vas más deprisa el líquido se vuelve sólido consiguiendo el mismo efecto que un badén de los de siempre. Lo mejor de todo es que se pueden elegir diferentes líquidos para rellenar el badén, cada uno con propiedades ligeramente distintas para así elegir la velocidad a la cual el badén empieza a actuar. 
En Boadilla del Monte, el ayuntamiento ha instalado uno de estos en la Avenida Infante D. Luis a modo de prueba y si funciona bien lo extenderán por el resto de calles del municipio. Si esto funciona puede ser muy revolucionario. 
Los badenes son un mal necesario, en algunas zonas muy particulares hay que limitar como sea la velocidad a la que circulan los coches. El problema es que con los badenes tradicionales pagan justos por pecadores porque para que unos pocos reduzcan su velocidad, todos nos tenemos que partir la espalda. Esperemos que este invento prospere, las suspensiones de nuestros coches seguro que lo agradecerán.

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