Tras descubrir el precio del Mercedes-Benz Clase B Electric Drive en Europa, el CEO de Daimler, Dieter Zetsche, afirma que producir coches eléctricos en la actualidad no es una alternativa económicamente viable, que nadie está haciendo dinero con ello. También recordaban acertadamente los 780 millones de dólares que Daimler acababa de ganar por vender sus acciones de Tesla Motors.
Lo cierto es que no es el mejor modo de impulsar la llegada de un nuevo modelo eléctrico. Y más ahora, que se ha dado a conocer que Mercedes-Benz es el más manipulador de los fabricantes a la hora de establecer la homologación de los consumos de sus coches.
Es un tema del que cada vez hay más información, se realizan más estudios y se señala que la diferencia entre el consumo homologado y real cuesta al consumidor europeo 450 euros más al año. En el caso de Mercedes-Benz, de media en la vida de uno de sus modelos, el consumidor gastaría 5.600 euros más de lo que apunta el consumo homologado del vehículo.
El nuevo informe se lo debemos a la Federación Europea para el Transporte y el Medio Ambiente AISBL. Publicado esta última semana, no ofrece un listado de fabricantes, pero si sitúa a Mercedes-Benz como el peor posicionado, y lo que resulta también muy interesante, desvela cuáles son algunos de los métodos más comunes que los fabricantes utilizan para alterar a su favor las pruebas de consumo y emisiones de CO2:
- Desconectando el alternador para que la batería no se recargue y reducir así el consumo energético.
- Utilizando lubricantes especiales para ayudar a aumentar la eficiencia durante la prueba.
- Abusando de la conducción con marchas largas durante los tests.
- Modificando la alineación de las ruedas para reducir su resistencia.
- Utilizando neumáticos especiales.
- Sobreinflando los neumáticos.
- Utilizando superficies con menor resistencia a la rodadura.
- Mejorando la aerodinámica para la ocasión tapando aperturas o salientes
- Y algo casi obvio, el hecho de que accesorios como el climatizador, los sistemas de navegación o de entretenimiento no se suelen activar en ningún momento.
Artimañas eficientes en contra de la eficiencia
El informe también señala que los fabricantes también gustan de beneficiarse de las mejores condiciones posibles para las pruebas, y que se han observado también manipulaciones en la instrumentación utilizada. Ante esto, la Unión Europea ya prometió hace un par de meses revisar esta cuestión y modificar para bien el ciclo de homologación NEDC.
Lo cierto es una cuestión que atajar, pues los estudios indican que si desde 2001 hasta 2013 el hueco entre consumo real y homologado en Europa ha pasado del 8% hasta el 31%, para 2020 se calcula que de seguir los métodos actuales se situaría en torno a un 50%.
Nuestros bolsillos no son los únicos afectados. El hecho de que se registre un volumen de emisiones de gases contaminantes menor que el real también preocupa a las autoridades. Del mismo modo, también supone un castigo para aquellos fabricantes que invierten más en aumentar la eficiencia de sus modelos.
La AISBL señala que existe una presión real de muchos fabricantes para retrasar, no sólo los objetivos de emisiones, sino la fecha en la que se hará efectiva ese cambio en el ciclo de homologación NEDC. Además, cambiar los métodos no ha de ser la solución final, sino asegurar a los conductores que el consumo que se publica está lo más cerca del real. El estudio vuelve a recordar algunos de los principales fallos de base del sistema actual:
- Se trata de un sistema obsoleto, diseñado hace 30 años y no representativo de la conducción actual.
- Los procedimientos están anticuados y repletos de lagunas que los fabricantes aprovechan.
- Los prototipos o coches de pre-producción que presentan los fabricantes no se corresponden con el coche final.
- Los fabricantes tienen acceso a la información y a diferentes partes del proceso. La competencia entre las organizaciones encargadas de gestionar las pruebas hace imposible que sean entidades completamente independientes.
Daimler, BMW y Ford, los peor parados
El informe muestra que Daimler, BMW y Ford son los que muestran mayores diferencias entre homologación y mundo real, con un hueco por encima del 30%. No obstante, se ha demostrado llegado 2013 que todos los fabricantes sin excepción han ya adoptado esta tendencia, siendo los que menos la practican Toyota, y las marcas del grupo PSA: Peugeot, DS y Citroën.
Llegados a este punto, hay que decir que esto añade un valor diferenciador a lo que os hemos estado contando hasta el momento con respecto al objetivo de emisiones para 2021. Ahora bien, teniendo en cuenta este y otros estudios la cosa cambiaría. Y es que, General Motors, Daimler y Ford son los que más han mejorado oficialmente sus emisiones entre 2008 y 2013. Algo que, por desgracia, no tiene muchos visos de ser cierto en el mundo real, dada esta manipulación.
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