El asfalto, o betún, es una sustancia viscosa, muy densa, pegajosa y negra, con un olor característico. Aunque se puede encontrar por sí solo en la naturaleza, también forma parte de la fracción más pesada del petróleo crudo y se obtiene de la destilación del mismo. Como todo el mundo sabe se utiliza para pavimentar calles y carreteras.
Lo cierto es que el asfalto no se usa tal cual, aunque coloquialmente llamemos asfalto a eso que hay en la calle, sino que lo empleamos mezclado con grava, formando lo que técnicamente se conoce como hormigón asfáltico. Pues bien, además del asfalto de toda la vida se está trabajando en nuevos asfaltos inteligentes, alguno igual os suena.
Las compañías petroleras no solo hacen carburantes que luego nos venden en las gasolineras, también se dedican a otros productos del petróleo. Por ejemplo la compañía española Repsol está investigando y desarrollando nuevos asfaltos inteligentes. Lo de inteligente últimamente se utiliza como apellido para todo. En este caso son asfaltos con diferentes componentes y propiedades que mejoran las del asfalto convencional. Y esto nos da tipos de asfaltos variados.
Tipos de Asfaltos
Asfaltos seguros, según el caso también llamados a veces asfaltos drenantes: son asfaltos con mayor agarre y mayor capacidad de absorber y evacuar el agua de lluvia, para mejorar la seguridad de conducción en situaciones desfavorables, gracias a sustancias ligantes de altas prestaciones que se añaden al asfalto normal.
Asfaltos silenciosos, también llamados fonoabsorbentes: son un tipo de asfaltos menos ruidosos que uno convencional, por lo que las ruedas de los coches generan menos ruido de rodadura al pasar por encima. No nos referimos a esos asfaltos más lisos, que son menos ruidosos que los más rugosos.
Estos asfaltos son más tecnológicos, por decirlo de alguna manera. Se consiguen por ejemplo mezclando goma reciclada con la grava y por tener más huecos entre las gravas, que absorben el ruido. Puede parecer una tontería, pero según el tipo se puede llegar a reducir la sensación de ruido a la cuarta parte.
Asfaltos sostenibles: son un tipo de asfaltos que consumen menos materias primas y menos energía en su fabricación. Se emplea polvo de goma de neumáticos viejos, que se reciclan de esta manera, se utilizan gravas que se reutilizan de la propia carretera, por ejemplo provenientes de desmontes, y se reduce la temperatura necesaria para fabricar, trabajar y aplicar el asfalto en la calzada.
Asfaltos descontaminantes: este tipo de asfaltos contienen aditivos que permiten absorber los óxidos de nitrógeno del aire, parte de los cuales genera los propios automóviles. Lo normal es emplear un catalizador que acelera la degradación de los NOx.
Se suele utilizar un óxido de titanio, se aprovecha la luz natural como energía para la reacción y se recurre también al agua en forma de vapor del aire. Tras la reacción de oxidación y reducción desaparecen los NOx y se generan nitratos que acabarán llegando a la tierra, y sirven de abono. También se hacen hormigones y cerámicas así.
Asfaltos autorreparables. En las zonas con cambios de temperatura bastante fuertes, el asfalto suele fisurarse y agrietarse, seguro que habéis visto esas líneas zigzagueantes más brillantes que resultan de sellar las grietas a mano. Este otro tipo de asfaltos se está investigando todavía en el laboratorio, pero resulta bastante prometedor: las fisuras se autosellarían.
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