Bob Lutz, Henry Fisker y Gilbert Villareal tuvieron hace un tiempo la maravillosa idea de deshibrizar el Fisker Karma y plantarle un V8 de esos que tanto gustan en la tierra de las barras y estrellas. El resultado se anunció hace más de tres años y el VLF Destino hoy ya es una realidad. La primera unidad ya está lista para entregarse a quien desee un coche fuera de lo común.
El propulsor elegido para el Destino es un GM LS9 sobrealimentado de ocho cilindros en uve, capaz de relinchar por 638 caballos y 819 Nm. Es el mismo corazón que late bajo el capó de los Corvette C6 ZR1. Como en aquellos, la transmisión lleva la fuerza sólo hasta las ruedas traseras. Con un precio es de 229.000 euros, no es precisamente un coche asequible, pero la exclusividad implícita en un modelo como este seguro que es apreciada por quienes busquen un coche casi único.
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