
Un Commodore absolutamente irracional que ha recibido luz verde desde Detroit para llevar a la producción el vehículo de serie más potente que se haya fabricado en Australia. El encargado de propulsar este canto de cisne será un viejo conocido para todos vosotros: el LS9 sobrealimentado de General Motors que monta el Corvette ZR1. Cuando ponga sus ruedas sobre el asfalto, el Commodore LS9 superará los 600 caballos, y serán gestionados por una caja de cambios únicamente manual. Se ha descartado montar una automática porque no soportaría tanta potencia.

Su elevado precio se debe a que se fabricará a medio camino entre las instalaciones de Adelaide, de donde saldrá siendo un GTS, y las instalaciones de HSV en Melbourne, mágico lugar en el que se convertirá en el Commodore más especial de todos los tiempos. Pero vaya, seguro que pidan lo que pidan, esta edición limitada de Commodore se van a vender, serán los últimos de su estirpe, los más especiales y todo un oscuro objeto de deseo para los coleccionistas de nuestras antípodas. La cifra concreta de unidades que se fabricarán está aún por determinar, todo depende de cuántos motores puedan suministrar desde Estados Unidos, aunque se prevé que serán menos de 250.
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