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World RX: Portugal ve la victoria de Ekström


Anunciado hace semanas, el acuerdo por la continuidad cinco años más del Circuito de Montalegre en el Mundial de RallyCross quedaba ratificado en el evento previo a la cita lusa, segunda parada del calendario en Europa. Una pista que estrenaba numerosas novedades como parte de esta renovación del acuerdo y en la que de nuevo veíamos la mejor cara de los Volkswagen Polo GTI Supercars desarrollados por Volkswagen Motorsport y un Mattias Ekström que está dispuesto a revalidar su título a base de victorias.
Sin la presencia de la lluvia que acompañó durante los dos últimos años, el fin de semana se planteaba muy seco y los pilotos se daban cuenta rápidamente de que iban a tener que enfrentarse a mucho polvo en suspensión, especialmente durante la jornada del sábado. En estas condiciones, se podía apreciar mejor el comportamiento y las grandes diferencias entre modelos, algo que ya se pudo entrever en la cita disputada hace unas semanas en el Circuit de Barcelona-Catalunya.

Especialmente lo podíamos ver en el pilotaje realizado por Petter Solberg y Johan Kristoffersson. Tanto el piloto noruego como el sueco llegaban a uno de sus circuitos preferidos de la temporada. Aquí, Johan conseguía su primer triunfo, en 2015, y aquí el bicampeón del World RX conseguía sonadas victorias, tanto en 2014 como en 2016, ante una agradecida afición portuguesa que lo trata como a un ídolo.
El sábado se pudieron ver las primeras diferencias. Mientras que el Audi S1 EKS RX y el Ford Focus RS RX suelen explotar su gran punto fuerte, las salidas, los dos pilotos oficiales al volante del Peugeot 208 WRX con Spec.2017 tienden siempre a buscar una línea más limpia. En el caso de los Volkswagen Polo GTI Supercar, todo parece indicar que el chasis del WRC de 2014 ha asimilado a la perfección las nuevas cifras de potencia y permite que tanto Kristoffersson como Solberg desarrollen su estilo de pilotaje preferido, líneas mucho más agresivas que sus rivales, tirando el coche muy pronto en la curva.
Ya el sábado tuvimos una decena de pilotos rodando en tiempos inferiores al récord de la pista que ostentaba el propio Solberg desde 2014. El más rápido de ellos, precisamente el otro integrante del equipo Volkswagen Suecia-PSRX, el cual lograba rebajar el tiempo en más de un segundo y una décima. El sueco terminaba el primer día al frente de la general tras sumar dos victorias en Q1 y Q2, ambas escoltado por su compañero de formación. Sébastien Loeb debía conformarse con la tercera plaza, exhibiendo un buen ritmo, pero en muchas ocasiones tapado por sus rivales en una estrategia de carrera no del todo óptima.
En la batalla caía Timo Scheider, en muchos momentos acosado por la mecánica de su Ford Fiesta Supercar, la cual en esta ocasión no estuvo a la altura ni demostró el rendimiento que sí tuvo durante el fin de semana en tierras españolas. Aunque sin duda, el que peor comenzaba el fin de semana era Andreas Bakkerud. El piloto de la Hoonigan Racing Division no realizaba la joker lap en Q1, algo que le dejaba al fondo de la clasificación general. Un pinchazo en Q2 lastraba aún más su participación en Montalegre, aunque el piloto de Ford demostraba una vez más que está acostumbrado a las remontadas durante el domingo. Una sexta plaza y la victoria en la Q4 le daban el pase directo a las semifinales.
En cuanto al resto, Johan Kristoffersson tiraba por tierra su inmejorable primer día después de saltarse la Joker Lap en Q3. Tomaría el testigo Petter Solberg, el cual mantenía su idilio con la pista, superando el corte en lo más alto de la clasificación tras ser el más rápido en Q3 y acumular su tercer segundo puesto en Q4. Además de por la ventaja que tenía Petter sobre Mattias, la superioridad de los Polo se dejaba entrever también en que a pesar del error y ser penúltimo en Q3, Kristoffersson conseguía clasificarse a semifinales en tercera posición justo por delante de Loeb. Entre los que no lo lograban, nos encontrábamos a Niclas Grönholm, Kevin Eriksson, Timo Scheider y Guy Wilks. Mención aparte a Joaquim Santos, el cual además de ser uno de los principales apoyos de la carrera, cerraba la general de los pilotos mundialistas, en un fin de semana que su Ford Focus ha demostrado no estar en condiciones para pelear actualmente con los participantes en el World RX.
Las semifinales volverían a ser una lucha de poderes con los dos Volkswagen venciendo de forma clara la primera de ellas, seguidos por Reinis Nitiss. En la segunda Andreas Bakkerud cerraba su fin de semana para olvidar con una salida de pista que le dejaba sin poder batallar a las primeras de cambio. Mattias Ekström se aprovechaba del mal inicio de Loeb para ponerse al frente y hacer lo que más le gusta hacer, rodar vuelta tras vuelta con aire limpio, algo que le aseguraba estar en la gran final. En el caso de los Peugeot, debían pelearlo un poco más con Toomas Heikkinen, el cual no encontraba el ritmo de su compañero y decía adiós a la opción tener un pleno de pilotos Audi en la gran y definitiva carrera.
La gran final tendría mucho que contar, con Petter Solberg poniéndose en cabeza y Mattias Ekström tomando la joker lap en la primera vuelta al salir por el exterior y estar en la trazada lógica. Sin embargo, el máximo rival del bicampeón del mundo no sería su sucesor en el título, sino su propio compañero de equipo, Kristoffersson, el cual tenía ganas de demostrar que tenía más velocidad que su compañero.

En esta encarnizada lucha entre los dos pilotos del PS RX, Johan tocaba la trasera de Petter a la salida de la chicane que da entrada a la recta de meta, dañándole la rueda trasera izquierda y perdiendo unas décimas de segundo que serían vitales en su lucha en la distancia con el grupo de Ekström y los dos Peugeot. Al final, Mattias sumaba su segunda victoria de la temporada a pesar de la insistencia de Loeb, mientras que Kristofferson sería tercero y Timmy Hansen cuarto. Entre los S1600, Ulrik Linemman hacia valer su vitola de favorito para llevarse una carrera muy peleada desde la salida, especialmente en la frenada de la primera curva, en la que un toque entre Szabo y Leppihalme dejaba al finlandés fuera de carrera.

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