Infiniti quiere subir al tren del Mercedes-Benz Clase S, del BMW Serie 7, del Porsche Panamera y compañía. Mientras esos alemanes causan sensación en sus concesionarios, la división de lujo de Nissan aún se encuentra apretando las tuercas de su nuevo tope de gama, pero antes de presentarnos el producto final aprovechan para mostrarnos un adelanto, el Infiniti Q80 Inspiration Concept.
Detrás de una silueta que de defensa a defensa mide 5.060 mm, se esconde el nuevo lenguaje de diseño de Infiniti. Predominan las líneas suaves, como si en lugar de metal se tratara de una tela que mueve el aire. Sin embargo, la clave de su elegancia son los faros alargados y angulosos similares a los del Infiniti Q30 Concept que la marca exhibió en el Salón de Frankfurt el año pasado.
A por el Panamera
Podría pensarse que el Infiniti Q80 será una berlina, el prototipo toma la forma de un fastback de 4 puertas, aunque en producción todo puede pasar. Sus 5 metros de largo, 2 de ancho y 1,3 de alto, la prolongada caída de la luna trasera que termina fusionándose con la tapa del maletero y las llantas de 22 pulgadas lo dotan de suficientes herramientas estéticas para atraer las miradas de quienes tienen en mente un Porsche Panamera.
Pero no sólo visualmente consigue competir contra el deportivo. Su configuración mecánica podría causarle un sarpullido a cualquier alemán que se haga llamar el más dinámico y eficiente del segmento. Infiniti otorga un V6 biturbo de 3.0 litros fabricado en aluminio y apoyado por un motor eléctrico de 100 CV para hacer del Q80 Inspiration un híbrido.
El conjunto desarrolla 550 caballos de fuerza, que son enviados a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática de nueve marchas que, según Infiniti, encuentra el balance entre agilidad y eficiencia. El consumo anunciado es de 5,5 l/100 km, mientras que las emisiones de CO₂ son unos razonables 129 g/km. Infiniti promete que esta tecnología se encontrará con sus modelos de producción en los próximos dos años.
Interior: Simple, funcional e individualista
Sobran dedos en la mano al contar la cantidad de botones en el salpicadero del Infiniti Q80 Inspiration Concept. La marca ha buscado un diseño limpio que simplificara las tareas del conductor, por lo que limita todas las funciones a un par de mandos al volante y una pantalla tipo tablet que controla diferentes apartados del vehículo.
Tanto el conductor como el pasajero cuentan con su propio Head-Up Display, uno con la información fundamental de manejo, otro con datos sobre la conexión del móvil y el sistema de entretenimiento que, por cierto, da pie a mayor individualismo al incorporar prácticamente un sistema por pasajero; las dos plazas traseras cuenta con su propia pantalla táctil instalada en el respaldo de los asientos delanteros.
Enfocarse al segmento de los premium significa apuntar a un cliente muy exigente que no se conforma con saber que está al volante de la máxima expresión del minimalismo. La calidad debe respirarse en cada rincón del vehículo, por lo que Infiniti no ha podido escatimar en incorporar detalles en cuero, Alcántara e insertos de metal, sin pasar por alto el techo panorámico que en algún punto se convierte también en la luna posterior.
Conducción autónoma sujeta a indicaciones
Hemos llegado a ese punto en la línea del tiempo donde las tecnologías de conducción autónoma comienzan a tomar forma. Soñar con un coche que se conduzca solo ya no son cosas del demonio. Como Nissan cumpla su promesa y lance al mercado el sistema en 2020, seguro que Infiniti no se quedará fuera.
El Q80 Inspiration contará con un sistema de conducción autónoma capaz de recibir instrucciones del conductor. No, él no controlará ni el volante ni los pedales, pero sí le dirá al coche qué hacer: acelerar, rebasar, frenar. Bastará pulsar un botón a la izquierda del volante para que los sensores, cámaras y láseres entren en acción.
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