
Se
compone de un sistema capaz de detectar las líneas del carril por el cual se
está circulando, una centralita electrónica y un sistema de aviso al conductor. La
detección de las líneas de carril puede realizarse mediante una serie de
sensores de infrarrojos instalados en la parte inferior del vehículo, que
utilizan la luz reflejada por las líneas de la calzada para detectar si el
vehículo circula sobre éstas.

Otra
forma de detectar las líneas que delimitan un carril consiste en el análisis de
las imágenes provenientes de una cámara instalada generalmente en el pie del
espejo retrovisor interior. Este sistema presenta como ventaja fundamental la
posibilidad de reaccionar ante una trayectoria conocida, pudiendo predecir la
salida de carril antes de que ésta se produzca. Además, es un sistema que no
genera falsas alarmas ante otras líneas, como son flechas pintadas en la
calzada. Su funcionamiento en casos de visibilidad reducida es peor.

Sus denominaciones comerciales son LDW o AFIL en el caso de
Citroën. Existe una evolución del sistema denominada LKAS en el cual se induce un par de giro a una dirección asistida
eléctrica para indicar al conductor en qué sentido debe girar para mantenerse
dentro de las marcas que delimitan el carril. Para comprobar su funcionamiento, os dejamos con la prueba que realizan en Technology Lab.
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