El Centro Insular del Motor de Tenerife ya es una realidad. Con el visto bueno del Cabildo, han comenzado las obras para su construcción con la colocación de la primera piedra. Un acto que da el pistoletazo de salida al ambicioso proyecto tinerfeño, de iniciativa privada, que costará unos 39 millones de euros y cuya obra está prevista en 22 meses: es decir, para verano de 2018.
El Cabildo de Tenerife se ha limitado a ceder los terrenos, y los costes serán asumidos por la empresa italiana Onda Rossa, que contará con los derechos de explotación durante 35 años. Como ha reconocido la delegada de deportes del Cabildo, Cristo Pérez, la intención es atraer grandes pruebas como el Campeonato del Mundo de MotoGP, el mundial de Fórmula 1 o el Campeonato del Mundo de Superbike.
Ubicación y características
De los 22 meses previstos, sólo 21 serán de obras puramente dichas. El primer mes estará dedicado al transplante y la repoblación de algunas especies protegidas situadas en el enclave en el que se ubicará el trazado, en Atogo, Granadilla de Abona, cerca del Aeropuerto de Tenerife Sur.
El Centro Insular del Motor, que estará dirigido por Walter Sciacca, recuerda al mítico Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola: tendrá 4,068 kilómetros de cuerda, con diez curvas de izquierdas y cinco a derechas, un ancho variable entre 12 y 15 metros y una recta principal de 819 metros, aunque sólo contará con 4.000 asientos para el público.
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