Tres pruebas han sido necesarias para poder ver la primera victoria de la nueva etapa del equipo Citroën en un Rally de México plagado de problemas logísticos y mecánicos. Finalmente, Kris Meeke, a bordo del nuevo Citroën C3 WRC se sube al primer cajón del podio en la primera prueba de tierra de la temporada. Y es que así comenzaron las cosas el jueves.
Apenas 5’31 kilómetros de tramo de shakedown sirvieron a los pilotos para tomar el primer contacto con la tierra del Rally de México un día antes de lo que suele ser habitual. Con las nubes amenazando descargar lluvia en cualquier momento, la pista fue limpiándose y mejorando el agarre con el paso de los coches. La primera sensación era que el orden visto en Monte-Carlo y Suecia se ha mantenido prácticamente inalterable.
En esta ocasión, los pilotos han preferido salir a tramo en lugar de reservar juegos de neumáticos tal y como sucedió en las dos primeras pruebas. Elfyn Evans dominaba la primera parte del shakedown, demostrando que al menos en estas condiciones de pocos kilómetros y cielo nublado, los neumáticos DMACK aguantaban el tipo frente a los Michelin. Sébastien Ogier se pondría a liderar el tramo de pruebas después de la segunda pasada, mientras que los pilotos Hyundai se situaban a sus espaldas, siendo Dani Sordo uno de los que más mejoraban en el tercer paso por el recorrido, rebajando en 5 segundos y seis décimas el tiempo realizado anteriormente. Sería Jari-Matti Latvala, actual líder del campeonato, el que se colocaba a espaldas de su ex-compañero, con un crono sólo 8 décimas peor que el de Ogier.
Todo parecía estable hasta que Thierry Neuville, uno de los últimos pilotos en hacer su tercera y definitiva pasada, rebajaba el crono del tetracampeón en un segundo y siete décimas, regresando a la asistencia de León con el mejor crono del día a la espera de ver qué hacía Stéphane Lefebvre, el cual no podría mejorar sus tiempos y se quedaría cerrando el Top 10 entre los pilotos P1. Buenas sensaciones para comenzar en el caso del piloto belga, el cual ha demostrado en este inicio de temporada que es el piloto que mejor se ha adaptado a los nuevos World Rally Cars. Lorenzo Bertelli saldaba su debut con el Ford Fiesta RS WRC 2017 con un tiempo más de 10 segundos peor que el de Sébastien, y apenas unas décimas mejor que el de los primeros clasificados entre los WRC2. Lo normal cuando el italiano tan sólo ha rodado algunos kilómetros de test en condiciones normales.
Meeke y Lefebvre realizarían una cuarta pasada con los Citroën, en la que el norirlandés conseguiría bajar su tiempo y aproximarse a la cabeza, situándose tras Ogier. Obviamente un resultado del que se podían sacar pocas conclusiones al partir con condiciones más ventajosas que el resto. Aun así, cuatro fabricantes distintos en las cuatro primeras posiciones en ese momento. Con la noche como cómplice, algo que ya era habitual en el tradicional inicio en Guanajuato, el Rally de México se desplazaba a la capital del país para llevar al WRC a la gente. Sin embargo, la lluvia complicaba este gran espectáculo preparado por los organizadores de la cita norteamericana con una superespecial repleta de luz, con el sonido de los coches retumbando en pleno Zócalo y con un recorrido muy estrecho y ratonero, que sumado a los reglajes de tierra que llevaban los competidores, hacía muy fácil el hecho de poder cometer errores.
El tramo espectáculo al que se daban dos pasadas apenas contaba con 1’57 kilómetros. Suficientes para contar varios puntos delicados, en especial por las delicadas condiciones de agarre y por el salto artificial que se encontraban los competidores a la hora de entra en la plaza. Las precipitaciones intermitentes complicaban la vida especialmente a los cinco últimos pilotos en salir, algo que implicaba que Sébastien Ogier, Dani Sordo o Jari-Matti Latvala no se pudieran acercar al tiempo realizado por Juho Hänninen, autor del mejor crono. Y es que la superficie de la plaza y otras zonas urbanas regadas por la lluvia hacía que los coches tuvieran problemas incluso para traccionar en los donuts y las horquillas. Escoltando a Hänninen en esta denominada SS0 estaban Hayden Paddon y Kris Meeke, mientras que Pontus Tidemand, con el Skoda Fabia R5 y tras haber salido mucho antes que los principales espadas del campeonato, conseguía el cuarto mejor tiempo absoluto.
Prácticamente nadie se libraba en la segunda pasada de llevarse alguna de las protecciones, en el caso de Stéphane Lefebvre o Lorenzo Bertelli, incluso tenían serias dificultades a la hora de hacer los dos trompos obligatorios en la zona exterior de la plaza. Demasiado tiempo perdido en muchos casos para tratarse únicamente de una especial urbana y es que esas tormentas antes mencionadas habían sido clave para complicar la vida a los competidores. Sébastien Ogier se anotaba el mejor tiempo en esta segunda pasada, una décima mejor que su compañero en M-Sport Ott Tänak y tres décimas respecto a Thierry Neuville. Dani Sordo mejoraba respecto a su primer paso, siendo sexto con sólo 1’5 segundos cedidos. Juho Hänninen le daba a Toyota GAZOO Racing un nuevo final de jornada siendo líderes y con 1’6 segundos de ventaja sobre Ott Tänak y Kris Meeke, ambos empatados en la segunda plaza y por delante de los Hyundai i20 WRC de Thierry Neuville y Hayden Paddon.
A la mañana siguiente, y tras el bochornoso inicio de Rally de México, con los coches varados en la carretera que une Ciudad de México con León por un accidente de carretera que impedía el paso de los camiones de transporte, la etapa del viernes comenzaba directamente en el cuarto tramo con grandes dosis de dramatismo en lo que era el primer contacto de los nuevos World Rally Cars con la tierra. Las condiciones especiales de esta prueba han sido una dura prueba de fuego y los 54 kilómetros de la primera especial a punto ha estado de provocar una criba importante nada más empezar. La primera especial, la que debía haber sido la segunda pasada por el tramo de El Chocolate ha sido una autentica debacle para pilotos y coches. Los 54 primeros kilómetros de los nuevos World Rally Cars sobre tierra se traducían en numerosos problemas de temperatura de motor en la mayoría de coches, con ciertas unidades como el Ford Fiesta RS WRC de Ott Tänak o el Toyota Yaris WRC de Jari-Matti Latvala, poniéndose en modo enlace para proteger la mecánica.
El finlandés sufría además numerosos problemas de frenos y de diferencial, llegando al final del tramo con más de 1 minuto y 25 segundos cedidos respecto a su principal rival por la clasificación general del campeonato en estos momentos, su ex-compañero Sébastien Ogier. Sin embargo, no eran los únicos en sufrir estos problemas. El tetracampeón del Mundo llegaba con la alarma de temperatura alta encendida, algo que se repetía en todos los coches que salían detrás de él. En el caso de Elfyn Evans le obligaban a detenerse un momento, perdiendo algo más de un minuto que se suman a los 5 minutos de penalización que recibía tras tener que cambiar el motor de su Ford Fiesta RS WRC 2017 tras el shakedown. Lorenzo Bertelli también debía pararse, en este caso por más de 10 minutos por problemas mecánicos, algo que evidenciaba que la mayoría de los coches estaba sufriendo mal de altura y el calor reinante en la cita mexicana.
Únicamente Kris Meeke llegaba meta asegurando que no había tenido ningún drama durante dicho tramo, el más largo del itinerario. El scratch le servía al norirlandés para colocarse como nuevo líder, con Ogier en segunda posición y los Hyundai en medio, todos ellos con bastante ventaja sobre Juho Hänninen, pero con bastante tiempo perdido en esta primera especial. Los tres i20 WRC clasificados en cuarta, quinta y sexta posición también sufrían numerosos problemas de temperatura. Mucho más sosegado el paso por Las Minas, tramo de 19’68 kilómetros que precedía a la disputa de las tres superespeciales con las que se cerraba la primera jornada. Sordo se encontraba cómodo con el coche y aprovechaba para atacar en la primera parte del recorrido. Algún error en la segunda mitad y la bajada del rendimiento de su i20 WRC le hacían perder algunas décimas de las que finalmente se aprovechaban los pilotos que salían detrás de él para arrebatarle el scratch.
Aun así, el cántabro le recortaba dos segundos a su compañero de equipo Hayden Paddon en la particular lucha entre los pilotos de la firma coreana por escalar posiciones hacia el podio ocupado provisionalmente por Meeke y Ogier. El de Citroën no repetía el scratch de la especial anterior, pero su actuación era suficiente para dirigirse a los tramos espectáculo como líder. Las tres superespeciales que cerraban una ya loca etapa del viernes en México no debían deparar sobre el papel grandes cambios en la clasificación general, pero los tres Hyundai i20 WRC oficiales sufrieron problemas mecánicos en las dos primeras pasadas por el tramo montado en el Autódromo de León. Minutos antes, en la cortísima especial urbana de Guanajuato Thierry Neuville había marcado el scratch, pero el minuto cedido por su compañero Hayden Paddon en apenas un kilómetro no hacía presagiar nada bueno. Y efectivamente, el problema se reprodujo en el coche de Dani Sordo, a quien por su retraso a la hora de arrancar el coche los comisarios no querían dejar salir al tramo.
Dentro del desastre que supuso esta situación para la marca coreana, la mejor noticia fue que Thierry Neuville aguantó el chaparrón con cierta dignidad y menos problemas que sus compañeros, cediendo algo más de veinte segundos y manteniendo su tercer puesto en la clasificación general. Pero se alejaba a casi un minuto del líder, Kris Meeke, que además olió sangre y marcó un scratch y rozó otro en el Autódromo de León. Sébastien Ogier parecía su único rival, aguantando a 20’9 segundos. En estas difíciles circunstancias sorprendía también ver a Juho Hänninen en cuarta posición. El de Toyota estaba lejos del podio, pero aguantó el tirón por delante de Ott Tänak. El sábado los pilotos se enfrentaron a especiales muy rápidas en las que el grip mejoró mucho con el paso de los primeros coches. El principal punto de interés estaba centrado en la batalla por la victoria entre Kris Meeke y Sébastien Ogier, mientras que Dani Sordo estaba tratando de recuperarse del amargor por la penalización sufrida a base de marcar los mejores tiempos.
Sin poder hacer nada para recuperar los 10 minutos que los comisarios determinaban por los problemas en las superespeciales en el Autódromo de León, Sordo salía con una propuesta distinta. Liberado por la presión que le suponía no tener nada que perder, el cántabro se aprovechó de una buena posición de salida para conseguir los dos primeros scratchs en las dos especiales con las que se abría la jornada. El piloto de Hyundai destacaba encontrarse muy cómodo con el coche, algo que le permitía atacar a fondo a pesar de tener muy lejos las posiciones de puntos. Los problemas mecánicos llegaron en el peor momento, justo cuando Sordo acababa de alcanzar la tercera posición después de la debacle sufrida por Hayden Paddon en la superespecial urbana de Guanajuato. Pasaba del tercer escalón del podio y estar en la lucha por la victoria a ser 15º.
Mientras que el piloto español acumulaba mejores tiempos, Kris Meeke dilataba ligeramente su ventaja sobre Sébastien Ogier. Con el resto de posiciones muy diferenciadas y Thierry Neuville a más de un minuto del piloto de Citroën, todos los ojos se centraban en la lucha entre el norirlandés y el tetracampeón. Todavía amoldándose al Ford Fiesta RS WRC, se ha visto a un Ogier con poco poder de reacción a pesar de tener una posición de salida mucho más próxima respecto a Meeke. Citroën confirmaba que el C3 WRC estaba mucho más rodado sobre tierra y a pesar de que México tiene unas características excepcionales, la imagen mostrada aquí por los coches del doble chevron mejoraba a lo visto anteriormente en Suecia y Monte-Carlo. Lefebvre en cambio no daba buenas noticias al equipo dirigido por Yves Matton. El francés se deslizaba fuera de la pista en el décimo tramo, quedando fuera de carrera, mientras que Lorenzo Bertelli volcaba en dicha especial, viéndose obligado a levantar el pie hasta llegar a su asistencia. El italiano podría completar la undécima especial, El Brinco, con la que se cerraba el bucle de la mañana y que daba algunos sustos en forma de pinchazo a Hayden Paddon y Jari-Matti Latvala.
Sordo no podría mejorar el crono marcado por Thierry Neuville en esta ocasión, tiempo que sería igualado unos minutos más tarde por Kris Meeke que añadía 8 décimas más a su renta respecto a Ogier. Con 23’5 segundos de ventaja sobre el piloto de M-Sport, Meeke terminaba el primer bucle. Tercero era Neuville con 1 minuto y 7’1 segundos perdidos, mientras que Ott Tänak y Hayden Paddon se repartían la cuarta y quinta plaza. Precisamente el neozelandés conseguía escalar a la quinta posición después de un mal crono realizado por Juho Hänninen, el cual aseguraba encontrarse muy mareado y debía salir de coche una vez cruzada la meta. Tal vez el calor y la altitud hayan afectado al piloto finlandés que era el Toyota mejor clasificado con algo menos de un minuto de ventaja sobre su compañero de equipo. En cuanto a Sordo, tenía que recortar casi tres minutos respecto a Evans para poder optar a meterse entre los 10 primeros siempre y cuando alguno de los participantes en el WRC2 cayera.
Era en la misma línea de meta del 12º tramo cuando Dani Sordo recibía la noticia a viva voz de los reporteros que allí esperaban las declaraciones de los pilotos: los comisarios han decidido retirarte los 10 minutos de penalización. El cántabro no podía evitar la sorpresa antes de afirmar que era lo justo. El piloto español de Hyundai recibía unos tiempos ficticios para sus dos pasadas por el Autódromo de León después de que los responsables vieran las imágenes de la OnBoard y decidieran retirar una penalización que correspondía al habitual castigo por no poder terminar un tramo y tener que reengancharte por medio del Rally2. No podría repetir Sordo el scratch de la primera pasada por Media Luna, sin embargo, volvía a estar en la lucha por los puntos, con un Jari-Matti Latvala cediendo decenas de segundos y quedando a merced de menos de un minuto de distancia en la general. El finlandés reconocía estar haciendo probaturas con los reglajes en busca de una solución para desgastarlos menos, sin embargo, tras conocer la nueva situación de Sordo su rostro cambiaba. A la llegada a la meta de la siguiente especial, el actual líder del Mundial reconocía que se habían equivocado montando neumáticos de compuesto blando y que a pesar de que esperaban lluvia, esta no había terminado de llegar.
Sin embargo, la inercia del piloto de Hyundai se veía algo alterada después de pinchar uno de sus neumáticos en el enlace hacia el TC13. Marc Martí y él se bajaban a cambiarlo rápidamente para no penalizar en su entrada a tramo, cometiendo un error y no cerrando bien el maletero, el cual se abriría unos minutos más tarde cuando ya se encontraban disputando la especial. Este problema, sumado a la necesidad de montar una rueda usada para sustituir a la pinchada, hacían que la diferencia recortada a los dos Toyota fuera menos finalmente de lo que se esperaba. También había cambios entre los dos primeros. Sébastien Ogier realizaba un trompo en la recta final de dicha especial, la penúltima del segundo bucle, perdiendo mucho tiempo y dejando su desventaja respecto a Meeke rozando los cuarenta segundos de diferencia. Demasiado si teníamos en cuenta que tan sólo restaban tres tramos y tres superespeciales para terminar el rally.
La primera sorpresa llegaba poco después, cuando Sordo llegaba de nuevo a meta con problemas, en esta ocasión, con el testigo de presión baja encendido en el cuadro de mandos del i20 WRC. El español cedía unos segundos determinantes respecto a Latvala, mientras que a Hänninen le recortaba algo de tiempo, pero insuficiente para pensar en alcanzar su plaza. Ogier por su parte llegaba a meta asumiendo que iba a ser muy difícil batir en esta ocasión a Kris Meeke. El norirlandés llegaba desllantado a esta última especial del segundo bucle, sin embargo, apenas perdía un par de segundos respecto al vigente campeón, nada que le inquietará. Ambos llegaban a las dos superespeciales en el Autódromo de León y a la urbana en dicha ciudad, separados por 36’9 segundos. La etapa del sábado en el Rally de México se cerró con la disputa de tres nuevas superespeciales, dos de ellas nuevas pasadas por el conocido tramo organizado en el Autódromo de León y una nueva en la Feria de la misma ciudad. Y sin que se produjeran cambios especialmente relevantes de cara a la clasificación general, sí vimos a Sébastien Ogier reducir distancias con el líder, Kris Meeke.
El francés aprovechó unas condiciones delicadas en el circuito permanente, dado que rompió a llover cuando los World Rally Cars afrontaron las dos pasadas allí, para recortar tres segundos y medio al británico de Citroën. Y otros dos segundos y medio en el último tramo del día. Así, a falta de sólo dos tramos para el final de la prueba la renta de Meeke se quedó en medio minuto. El principal cambio en la clasificación lo brindaron los Toyota Yaris WRC, pues Jari-Matti Latvala logró arrebatar el sexto puesto de la general al renqueante Juho Hänninen. Eso sí, lo hizo por tan sólo tres décimas y por lo tanto la batalla entre compañeros de equipo estaba servida de cara a la jornada del domingo. Sólo dos tramos para cerrar el Rally de México y poca incertidumbre a pesar de que Sébastien Ogier terminara el día lanzando un par de ataques al liderato ocupado por Kris Meeke. La victoria quedaba decidida rápidamente, con un scratch estratosférico del norirlandés de Citroën que volvía a dejar la diferencia entre ambos por encima de los 37 segundos. Demasiada renta a falta sólo de la Power Stage.
No necesitaba tampoco arriesgar Sébastien Ogier. El francés sale reforzado de la cita norteamericana también con una segunda posición después de los problemas en el primer tramo del viernes de Jari-Matti Latvala y con Ott Tänak fuera de posiciones de podio, quedar a espaldas de Kris Meeke no suponía un mal resultado teniendo en cuenta los dos abandonos acumulados por el de Citroën en las primeras citas de la temporada. Jari-Matti Latvala se quedaba definitivamente con la sexta plaza que ostentaba su compañero de equipo Juho Hänninen, el cual se las apañaba para mantener a raya a un Dani Sordo al que el error en el cambio del neumático pinchado y problemas mecánicos frenaban por completo su remontada. El cántabro conseguía el cuarto mejor tiempo en el penúltimo tramo, tomando buenas referencias de que podría luchar por los puntos extra en la Power Stage, teniendo en cuenta que la lluvia había hecho acto de aparición y que los primeros en salir a los tramos podrían verse beneficiados por esta situación.
Dani Sordo llegaba muy contrariado al final de la Power Stage. Mejoraba el tiempo de Elfyn Evans, pero no podría pelear por los cinco puntos extra. El cántabro terminaba felicitado por Marc Martí, su copiloto, por el gran fin de semana realizado, sin embargo, los numerosos problemas dejaban al español sin premio final e incluso en el primer tramo del día reconocía haberlos tenido con los limpiaparabrisas. Un octavo puesto que sabe a poco después de haber tenido ritmo para acabar en posiciones de podio, en Córcega dentro de unas semanas oportunidad para quitarse el mal sabor de boca. Kris Meeke y Paul Nagle cambiaban el rumbo de la suerte de Citroën, siempre teniendo en cuenta que no será hasta el próximo Tour de Corse cuando podamos sacar conclusiones más o menos fiables sobre el rendimiento de cada coche. La firma de los dos chevrones lograba de esta forma ser el tercer fabricante distinto que lograba la victoria este año, faltando únicamente Hyundai, precisamente el equipo que ha parecido ser el más competitivo en este inicio del año. Aunque no lo hacían sin fortuna.
A menos de un kilómetro para el final de la Power Stage, Meeke se salía de la pista y debía buscar el camino para regresar. Afortunadamente, el colchón con el que contaba le permitía no perder una victoria que parecía segura antes de dicho error. Ninguno de los pilotos de Hyundai terminaba especialmente contento a pesar de que conseguían terminar los tres coches por primera vez esta temporada. Los problemas con los filtros de combustible del viernes les lastraron, privándoles una vez más de estar en la lucha por resultados mayores. El quinto de Hayden Paddon y el tercero de Thierry Neuville eran recompensas insuficientes para el equipo en un rally que no termina de darse bien para la firma coreana. M-Sport finalizaba por tercer rally consecutivo con dos coches entre los cinco primeros, destacando el segundo puesto de Ogier que le hace volver a Europa como nuevo líder del WRC 2017. Ott Tänak también perdía cualquier opción de meterse en alguno de los escalones después de que su coche se pusiera en modo enlace durante el tramo de El Chocolate. En cuanto a la Power Stage los puntos se los repartían Neuville, Ogier, Tänak, Latvala y Sordo.
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