Tenemos
entre manos dos de los coches más razonables para comprar en el segmento de los
compactos: Peugeot 308 contra
Volkswagen Golf. Aunque en las ventas acumuladas hasta junio se ha visto
desbancado por el Citroën C4, el Volkswagen Golf puede
considerarse el rey del segmento de los compactos, pero está siendo amenazado por los franceses 308 y C4.
Fue el precursor del género
y el que más fielmente lo ha encarnado: un coche práctico y equilibrado con un
tamaño de poco más de cuatro metros y motores para todos los gustos. Y dado que
la tarta a repartir es muy grande, los fabricantes se afanan en quitar ventas
al alemán. Entre ellos, el último que ha diseñado un producto de calidad que
realmente puede amenazarle de verdad es el nuevo Peugeot 308.
Eficiencia mecánica
Sin contar
con los eficientes motores de gasolina de Peugeot-Citroën, denominados PureTech, el más demandado del público
español será el HDi de 115 CV. Y es que su equilibrio entre prestaciones y
consumos eclipsa al de muchos otros rivales.
¿Incluido el Golf? Al
1.6 TDI normal sí, ya que tenía 10 CV menos, pero no a este, el BlueMotion que, con la misma cilindrada, aumenta 5 CV su
potencia hasta los 110 CV y, sobre todo, su eficiencia El HDi gana por la mínima.
Para reducir el
consumo, el Golf rebaja la carrocería en 15 mm y alarga las relaciones del cambio entre
otras medidas, con lo que promete un consumo medio de 3,2 l/100 km, lo que
supone una reducción de 0,6 litros con respecto al Golf 1.6 TDI CR de 105 CV. Claro que el
refrán es sabio: del dicho al hecho, y tanto el Volkswagen como el Peugeot se quedan en un consumo de algo menos de 5 litros reales,
lo que no les resta ningún mérito.
Eso sí, la
forma de entregar la potencia sí que presenta más diferencias. El Golf resulta más refinado y
silencioso, lo que se agradece en el día a día. Pero acusa un vacío de fuerza
previo a la entrada del turbo, justo antes de las 2.000 rpm, que puede llegar a
resultar desesperante y que te llevará a jugar con su cambio manual de seis
velocidades para que su cuentavueltas no caiga por debajo de esa cifra.
Esto es
algo que sucederá con frecuencia, debido al citado alargamiento de relaciones
dirigido a reducir el consumo. Esto no
ocurre con el 1.6 del Peugeot, que entrega sus 115 CV de una forma mucho más
progresiva y algo más ruidosa. Esto conlleva menos manejo de su cambio, también
muy agradable de accionar y con seis relaciones muy largas.
Chasis precisos
Ambos
resultan muy equilibrados, pero el 308 se
orienta más al confort y el Golf a la deportividad. El chasis del francés
cuenta con una suspensión que trata mucho mejor a sus ocupantes, aunque al
conductor le transmite menos efectividad, a no ser que se incluya el modo Sport, donde aventaja en mucho a la deportividad del Bluemotion del Golf.
Con el Golf vas a notar más las
imperfecciones de la carretera. Eso sí, si está en buen estado, el aplomo y la
sensación de tenerlo todo bajo control parece el de una berlina de mayor tamaño. En el
interior del habitáculo, los puntos positivos y negativos se reparten
prácticamente de forma equitativa.
Y aunque la comodidad, como he dicho, es
cosa del 308, hay más espacio en el Volkswagen Golf.
El Peugeot gana otra vez por la mínima y, con esto, el trono de los compactos se ve
amenazado. Y como este Volkswagen no creo que abdique, más vale que se
ponga las pilas.
Conclusión
No me cabe
la menor duda de que estos dos vehículos son los actuales líderes del segmento.
Y ante la posible abdicación del actual rey, el Volkswagen Golf, creo que su última puesta a punto en el motor TDI
le permitirá mantenerse todavía un poco más. Pero que se ande con cuidado. Algunos
herederos como el Peugeot 308 son
jóvenes y vienen sobradamente preparados para asumir el reinado, superando en muchos puntos al veterano alemán. Y, de hecho,
hay muchos súbditos que verían su cetro con muy buenos ojos. El mejor compacto, el 308.
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