
De motores muy grandes, pesados, poco potentes, lentos y ruidosos, gracias a la inyección directa, al turbocompresor, a veces de geometría variable, al intercooler, se pasó a motores que se hicieron más pequeños, que ganaron potencia, que eran más rápidos y que ya no eran tan ruidosos, además de ser más elásticos y de consumir varios litros menos que un motor de gasolina. Y así pasó: todo el mundo quería tener un coche con motor diésel. Fue la época del dieselízate, diese el gustazo, quiero un TDI en lugar de un GTI.
El motor diésel se desarolló para maquinaria pesada y de carga

Debemos recordar que fue el ingeniero alemán Rudolf Diesel el que inventó en 1893 el motor diésel, cuando trabajaba para MAN, y buscaba un motor de alto rendimiento térmico para camiones y vehículos similares. En 1897 MAN produjo el primer motor diésel.

Solían verse también motores diésel en los taxis, al menos en Europa, ya que en EE.UU. son de gasolina, por ejemplo, donde al tener que realizar muchísimos kilómetros, el menor consumo y el precio inferior del carburante hacían que por coste de uso se amortizase el precio de compra y mantenimiento superiores y fuera muy difícil encontrar rival durante décadas.
La combustión contamina, y de diésel todavía más

Los motores diésel, por las condiciones de su ciclo, normalmente con una compresión alta, y por las condiciones del propio carburante empleado, el gasóleo, por decirlo en pocas palabras algo más sucio que otros carburantes, generan emisiones de escape un poco diferentes a las de otros motores u otros carburantes.
En este caso se genera un nivel muy alto de partículas en suspensión y de óxido de nitrógeno, que se pueden explicar como hollín negro y humo marrón-amarillento, que tienen que ver además con que parte del carburante se queda inquemado.

No hablamos de que se sospeche que lo son, o que se dude, está ya comprobado y reconocido oficialmente y entre otros organismos la OMS, Organización Mundial de la Salud, ha catalogado estos gases como carcinógenos, es decir, que se sabe que producen cáncer.
Componentes y más componentes
En un primer momento un motor diésel era algo bastante simple, el bloque motor con un sistema de inyección y los precalentadores para cuando el motor estaba frío. El deseo de aumentar las prestaciones fue complejizando estos motores. Se introdujo la inyección directa, se añadieron turbocompresores, sistemas de refrigeración del aire de admisión, más válvulas. Cuantos más componentes más caros resultan y más posibilidades hay de que algo falle.

Así que todavía más componentes, que hacen aún más caro el motor y que pueden requerir mantenimiento o averiarse. La fiabilidad robusta y casi eterna de un motor diésel se pone en entredicho por muchas personas debido a esto. Y de eso tratan estos artículos: de lo que podría ser el fin del diésel.
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