Los alemanes parecen no salir de su asombro. Enfrascados en una convulsa década en la que la protección de la industria de la automoción era la mayor prioridad, el caso Volkswagen ha picado la curiosidad de algunos estadistas germanos. Ellos mismos todavía nos tienen que demostrar qué están investigando, y sobre todo, cuál es su objetivo final, y mientras tanto, observamos día a día su evolución.
En el día de hoy, el comité gubernamental que anda al acecho de nuevas irregularidades con las emisiones contaminantes ha tomado la decisión de investigar a fondo nada menos que a 30 modelos de diferentes fabricantes como Ford, Opel, BMW, Mercedes-Benz, Fiat, Renault, Peugeot, Toyota o a al mismo grupo VAG. Pero ha sido otro grupo, el FCA, el que se ha visto cercado por la amenaza total, la de prohibir sus ventas en Alemania.
Quizá la idea de Fiat de dejar plantado la semana pasada al ministro de transportes no fue tan acertada. Sobre FCA pesa la acusación de utilizar un dispositivo que desactiva los sistemas encargados de paliar las emisiones de algunos de sus vehículos después de 22 minutos, curiosamente, 2 minutos por encima de lo que suele durar la homologación de esta asignatura en el ciclo NEDC europeo.
Desde FCA vuelven a insistir en lo mismo, señalando que ellos solo rinden cuentas ante las autoridades italianas encargadas de evaluar esto. De vuelta en Alemania, los investigadores gubernamentales se valen de una presunta prueba irrefutable, el hecho de haber descubierto del todo la artimaña el dispositivo que el DUH ya denunció para el Fiat 500X, de ahí esa amenaza tan comprometedora.
Aunque en el grupo Fiat Chrysler se ha ganado a pulso el protagonismo estos días en la industria de la automoción alemana, no están solos, pues el mismo comité investigador tampoco se explica que de 53 modelos de diferentes fabricantes analizados, 30 presenten emisiones que se salen de lo esperado, en este caso, de CO2, contaminante baremo que tiene otro tipo de consecuencias para los fabricantes implicados más allá que las evidentes de daño al medio ambiente.
Fundamentalmente, las emisiones de CO2 van vinculadas a la eficiencia, al consumo y a los propios objetivos que se marcan desde la Unión Europea, y que este año bajaron de los 120 g/km de media en la industria bajo el menospreciado filtro NEDC. Los alemanes dicen que seguirán tratando de desvelar qué ocurre con esos 30 modelos. Seguiremos atentos para ver qué descubren y cómo nos lo cuentan.
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