La premisa principal de la luz para bicicletas Blaze es la de aumentar la huella visible de los ciclistas y con ello aumentar su seguridad. Para lograrlo Blaze amplifica mediante una proyección de luz el espacio visual que ocupa el ciclista a los ojos y en los retrovisores de los conductores de otros vehículos.
Precisamente cerca del 80 por ciento de los incidentes en los que se ven envueltos los ciclistas se deben a que otros vehículos invaden su espacio o se interponen en su trayectoria. En esos casos normalmente es debido a que los otros conductores no ven al ciclista, o no con lo ven con la suficiente antelación. La invasión de peatones en carriles bici es un problema parecido que suele tener su origen en la misma causa.
Para hacer visible la presencia y anticipar la llegada de un ciclista el proyector dibuja con luz láser la figura de un ciclista en el suelo, seis metros por delante de la bici. Con un poco de suerte, el conductor del vehículo verá que lleva a su lado lleva o que es adelantado por una bicicleta de luz. Dado que la bicicleta de verdad va unos seis metros por detrás de la proyección de luz el conductor del coche tendrá más tiempo para percatarse de la presencia de un ciclista en las proximidades, venga en dirección paralela o en otro sentido, incluso en un cruce.
La proyección anticipada también es efectiva en los carriles bici que discurren por acercas y zonas peatonales. Además de la proyección láser, Blazer funciona como lámpara para bicicleta convencional, lo que contribuye aún más a resultar visible, también durante el día. La batería se recarga mediante un cable USB igual que el habitual de los teléfonos móviles, proporcionando más de doce horas de funcionamiento.
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