La
industria sigue en su proceso, irremediable por otra parte, de concentrarse en
inmensos grupos automovilísticos. El último caso ha sido el de Mitsubishi, que entra oficialmente a formar
parte de la Alianza Global de Nissan y Renault haciendo
que este grupo automovilístico sume unas ventas por encima de los 10 millones
de unidades en todo el mundo en 2016. Con este movimiento, la alianza entre Nissan, Renault y Mitsubishi se sitúa en cifras equiparables a las de
los tres grupos automovilísticos más grandes de la industria, los grupos Toyota, Volkswagen y General Motors.
¿Cómo se ha producido este movimiento? ¿Qué consecuencias
tendrá para Mitsubishi y para Renault y Nissan? El
movimiento se confirmaba esta semana, tras completarse la adquisición por parte de Nissan Motor Co. Ltd. de
una participación del 34% de Mitsubishi Motors. Con ese movimiento, Nissan se
convertiría en el principal accionista de Mitsubishi.
El
movimiento se produce en un momento especialmente importante para Mitsubishi
Motors, en
el que su reputación se encuentra resentida tras haber reconocido manipulación
en los procedimientos de análisis de las emisiones y los consumos de 624.000
vehículos vendidos en Japón. El objetivo de Nissan pasa por recuperar la
confianza de los compradores, restaurar la reputación de Mitsubishi y reforzar
la presencia del grupo en Asia.
Carlos
Ghosn, uno de los directivos más importantes de la industria del automóvil,
además de mantener su cargo como CEO de Renault y Nissan, hará lo propio
convirtiéndose en CEO de Mitsubishi. En Nissan, compartirá rol con Hiroto
Saikawa, que tras ser el jefe de competitividad compartirá el papel de CEO de
Nissan con el propio Ghosn.
¿Y qué
consecuencias acarreará este movimiento?
De
momento, Nissan espera alcanzar unos beneficios de 24.000 millones de yenes en
2017 gracias a las sinergias, que aumentarían hasta los 60.000 millones de
yenes en 2018 y años sucesivos. En la práctica,
el plan para Mitsubishi, Renault y Nissan, pasa por estrechar lazos
compartiendo nuevas plataformas, tecnologías, expansión en nuevos mercados y la
fuerza productiva de sus fábricas.
Y en
un momento en que el potencial de una marca se mide en su facilidad para
aprovechar sus sinergias con otros fabricantes, el hecho de que Renault,
Nissan, Mitsubishi y AvtoVAZ en Rusia, al que se unen las marcas Dacia, Samsung, Lada, Infiniti y Datsun, conforman un grupo
capaz de vender más de 10 millones de coches al año, sin duda, hará que el
grupo liderado por Carlos Ghosn se convierta en uno de los más fuertes de la
industria del automóvil.
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